MADRID, 16 Jun. (EUROPA PRESS) -
El enviado especial de Naciones Unidas para Yemen, Martin Griffiths, ha lamentado este martes la falta de un acuerdo para poner fin la guerra en Yemen, un país al que ha descrito como "una historia de oportunidades perdidas".
Griffiths, quien llegó a este cargo en 2018, ha recordado que en el último año y medio ha realizado "rondas de diplomacia" con las partes en el conflicto con el objetivo de poner fin a los combates entres las fuerzas gubernamentales, respaldadas por Arabia Saudí, y los rebeldes huthis.
"Es con profundo pesar, que informo hoy que las partes aún tienen que superar sus diferencias", ha lamentado al respecto, en el marco de la que es su última comparecencia ante el Consejo de Seguridad de la ONU antes de abandonar el cargo.
En este sentido, ha indicado que los huthis han insistido en un acuerdo independiente para los puertos cruciales de Hodeida y el aeropuerto de Saná, cuestiones que han marcado como condición para encaminarse a las negociaciones sobre un alto el fuego y el lanzamiento del proceso político.
Asimismo, ha apuntado que el Gobierno, por otra parte, reclama que estos temas se acuerden e implementen como un paquete de medidas. "Ahora hemos ofrecido diferentes soluciones para salvar estas posiciones", ha señalado, para, no obstante, precisar que "ninguna de sus sugerencias han sido aceptadas".
"Estoy seguro de que todos esperamos que los esfuerzos emprendidos por Omán, así como por otros, pero Omán en particular, tras mis propias visitas a Saná y Riad, den sus frutos y que pronto escuchemos un giro diferente del destino de Yemen", ha manifestado.
Así, ha dicho que el alto el fuego tendía un "valor humanitario innegable" en Yemen, que se encuentra sumido en una grave crisis humanitaria a causa de la guerra.
"El continuo cierre del aeropuerto de Saná, así como las amplias restricciones de combustible a través de los puertos de Hodeida, no son justificables y deben ser abordados con urgencia", ha añadido también el enviado especial de la ONU.
Por otro lado, se ha referido a la necesidad de un acuerdo político que tendrá que "reflejar los intereses de las diversas partes del conflicto". Este, según ha ahondado, "debe garantizar los intereses y derechos de los más afectados por el conflicto y no sólo de los que lo perpetúan y lideran".
"Los hombres, mujeres y niños yemeníes sufren cada día porque las personas con poder han perdido las oportunidades que se les han presentado de hacer las concesiones necesarias para poner fin a la guerra", ha criticado.
Griffiths deja el cargo para asumir el responsable general de Asuntos Humanitarios, en sustitución de Mark Lowcock, lo que permitirá a Reino Unido seguir conservando un puesto que ostenta desde hace más de una década.
Por su parte, el Departamento de Estado estadounidense ha anunciado este martes que el enviado especial del país para Yemen, Tim Lenderking, realizará un viaje entre el martes y el jueves a Arabia Saudí para reunirse con altos cargos del Gobierno yemení internacionalmente y de las autoridades saudíes, así como con Griffiths.
"Durante el viaje, Lenderking discutirá los últimos esfuerzos para lograr un alto el fuego exhaustivo a nivel nacional, que es la única vía para llevar a los yemeníes la ayuda que necesitan", ha dicho, antes de aplaudir los esfuerzos de mediación de Omán.
"Estados Unidos reconoce también los esfuerzos de Arabia Saudí para avanzar en la aplicación del Acuerdo de Riad, esencial para la estabilidad, seguridad y prosperidad en el sur de Yemen", ha sostenido en un comunicado. Por último, ha recalcado que Lenderking "seguirá presionando para el libre flujo de bienes esenciales y ayuda humanitaria en todo Yemen".
La guerra en Yemen enfrenta al Gobierno reconocido internacionalmente, encabezado por Abdo Rabbu Mansur Hadi y apoyado por una coalición internacional liderada por Arabia Saudí, y a los huthis, respaldados por Irán.
Los rebeldes controlan la capital, Saná, y otras zonas del norte y el oeste del país. El conflicto ha sufrido un recrudecimiento en varios frentes durante los últimos meses, pese a los esfuerzos internacionales de mediación, en una guerra que ha provocado la que es la mayor crisis humanitaria a nivel mundial.