LONDRES 23 Ago. (Thomson Reuters Foundation/EP) -
El Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) ha reconocido este martes que le está costando encontrar terrenos disponibles en Irak para crear nuevos campos de refugiados de cara a la ofensiva sobre Mosul.
ACNUR estima que alrededor de 1,2 millones de personas podrían verse afectadas por la operación que busca retomar la segunda ciudad más grande de Irak, actualmente en manos del Estado Islámico.
La agencia planea construir campos en hasta seis localizaciones en el norte de Irak pero ha reconocido que encontrar terrenos disponibles es un "asunto crítico" que se está desarrollando con dificultades.
"Es un problema muy grande para nosotros porque no hay demasiados terrenos disponibles", ha apuntado la portavoz de ACNUR en Bagdad, Caroline Gluck.
Muchos terratenientes privados no se muestran dispuestos a ceder sus terrenos y muchas otras zonas no son viables por su topografía, la proximidad a los combates o el riesgo de minas que no han explotado. Los terrenos tampoco son óptimos si la llegada de refugiados pudiera causar problemas étnicos, religiosos o tensiones tribales.
Mosul, localizada a tan solo 400 kilómetros de Bagdad, está considerada la capital 'de facto' del Estado Islámico en Irak, las tropas iraquíes y kurdas avanzan hacia la ciudad con el apoyo de Estados Unidos y se espera que la ofensiva comience en septiembre o en octubre.
Gluck ha apuntado que se estima que alrededor de un millón de personas siguen en Mosul y ha advertido de que se está cocinando una catástrofe a gran escala. "Todo el mundo está intentando estar lo más preparado posible pero la verdad es que no sabemos cuánta gente saldrá de la ciudad o cuánto tiempo durarán los enfrentamientos", ha añadido.
Irak representa una de las mayores crisis de desplazados internos del mundo. Alrededor de 3,4 millones de personas se vieron obligadas a abandonar sus hogares en todo el país. De toda esa cifra, solo el 15 por ciento está en campos de refugiados, mientras que la mayoría alquila sus propias casas o vive en refugios o mezquitas.
Según datos de ACNUR, en los últimos meses alrededor de 48.000 personas han abandonado la zona de Mosul y el fondo destinado a ayudar a los desplazados solo ha llegado a un 38 por ciento de su financiación.
Varios campos de refugiados en la zona están siendo expandidos pero Gluck ha declarado que hay que buscar soluciones más allá de los campos, como alojar a las familias en comunidades y ayudarles a viajar a otras zonas del país, algo que tendría implicaciones políticas debido a la restricción de movimientos en Irak.