MADRID, 4 Dic. (EUROPA PRESS) -
Naciones Unidas ha instado este lunes a las autoridades de Sudán del Sur a denunciar públicamente la violación de alrededor de 125 mujeres y niñas y los ataques que tuvieron lugar en los últimos días en la región de Bentiu, en el norte del país.
"Todas las partes en el conflicto deben cumplir con sus obligaciones en virtud del derecho internacional humanitario y poner fin a los ataques contra civiles", han afirmado la directora ejecutiva del Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), Henrietta H. Fore, el subsecretario general de la ONU para Asuntos Humanitarios, Mark Lowcock, y la directora del Fondo de Población de la ONU, Natalia Kanem, en un comunicado conjunto.
En el documento también han llamado a las autoridades a garantizar "protección y seguridad" a los civiles y a los trabajadores humanitarios para evitar "esas terribles violaciones".
En solo diez días, alrededor de 125 mujeres y niñas fueron violadas en el condado sursudanés de Rubkona, en una zona teóricamente controlada por el Gobierno de Sudán del Sur durante el conflicto armado contra los rebeldes liderados por el exvicepresidente del país Riek Machar.
Estos incidentes coinciden además con un incremento del movimiento de población, dado que la gente intenta llegar a las distribuciones de comida en la zona. Así, las mujeres han explicado que intentan ser parte de grupos más grandes, si bien hacen frente a grupos aún mayores de asaltantes.
Las fuerzas del presidente, Salva Kiir, y de Riek Machar se han enfrentado desde finales de 2013. Las dos partes firmaron en septiembre el último acuerdo de paz, con el que se comprometieron a compartir el poder y a poner fin a la guerra civil en Sudán del Sur.
Este acuerdo contempla la restitución de Machar en el puesto de vicepresidente, así como la creación de un Gobierno de unidad en el que tendrá la mayoría el actual Ejecutivo. Asimismo, Kiir permanecerá en el puesto de presidente.
Las partes tendrán ahora ocho meses para formar un gobierno de transición, que estará en vigor durante un periodo de tres años.
Los combates en Sudán del Sur han desarraigado alrededor de una cuarta parte de sus 12 millones de habitantes, han destruido la producción de petróleo y han arruinado una economía ya de por sí muy empobrecida.