Jan Egeland, asesor humanitario de la ONU para Siria
REUTERS / DENIS BALIBOUSE
Publicado: jueves, 1 febrero 2018 17:29


GINEBRA, 1 Feb. (Reuters/EP) -

El grupo de trabajo humanitario de la ONU ha sido incapaz de entregar ayuda a los sirios que la necesitan en los dos últimos meses ante la negativa del presidente sirio, Bashar al Assad, de dar el visto bueno a los convoyes con la asistencia, ha denunciado este jueves el asesor humanitario de Naciones Unidas para este país, Jan Egeland.

Antes de que puedan entrar en zonas asediadas o cruzar las líneas de frente, los convoyes necesitan cartas de autorización del Gobierno y garantías de seguridad por parte de los grupos armados. "Estamos en cifras mínimas en la entrega de las cartas de facilitación", ha subrayado Egeland tras un encuentro con altos diplomáticos en Ginebra.

Los rebeldes que luchan contra las fuerzas de Al Assad también están poniendo obstáculos, lo que contribuye a la peor situación desde 2015, ha precisado. En este sentido, Egeland ha pedido a Rusia, Turquía e Irán que rebajen los enfrentamientos en la provincia de Idlib, que según él "está pidiendo a gritos un alto el fuego".

"Cuando necesitamos su capacidad para influir más a las partes, es esta hora lúgubre para el trabajo humanitario, la diplomacia humanitaria parece ser totalmente impotente. No estamos llegando a ninguna parte en estos momentos", ha lamentado.

Esta semana, Rusia realizó un congreso para la paz en Siria en la ciudad turística de Sochi. Egeland ha afirmado que, hasta ahora, esa iniciativa no ha generado ningún avance, pero que espera que sirva.

Por otra parte, esta semana se han producido ataques aéreos en dos atiborrados mercados en Idlib, con al menos 31 muertos, y que han dejado a cientos de miles de personas sin acceso a servicios de salud.

Más al norte, una ofensiva turca en el distrito de Afrin ha provocado el desplazamiento de unas 15.000 personas, ha indicado Egeland, que ha precisado que también hay informaciones "de que las autoridades locales han dificultado a la gente huir del área de Afrin".

Y fuera de Damasco, en el enclave rebelde de Ghuta Oriental, donde viven bajo asedio unas 400.000 personas, hay unas 750 que necesitan ser evacuadas por motivos médicos de forma urgente, según Egeland, que ha subrayado la necesidad de una pausa en los combates.

"Tenemos todos los indicios de ambas partes de que la quieren, pero no ha ocurrido. Y son ambas partes las que nos tienen que ayudar aquí. Hay ataques aéreos, enfrentamientos desde el lado gubernamental, pero también han disparos de morteros y granadas desde esta zona hacia barrios civiles de Damasco", ha incidido.

Por otra parte, ha denunciado que 112 personas han muerto por explosiones en la ciudad de Raqqa desde que fue arrebatada a Estado Islámico el pasado octubre porque se ha permitido a la población regresar antes de que se haya llevado a cabo el desminado de la misma.

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