MADRID, 25 Nov. (EUROPA PRESS) -
La Comisión de Consolidación de la Paz de Naciones Unidas sobre los procesos de reforma de transición en Gambia ha mostrado este martes su preocupación por "el actual estancamiento del proceso de revisión de la Constitución", mientras que ha exhortado a continuar con los esfuerzos de diálogo con todas las partes interesadas para alcanzar un consenso.
Asimismo, ha destacado la participación de los grupos de la sociedad civil en el proceso constitucional y de consolidación de la paz y ha instado al Gobierno a seguir por ese camino de "diálogo y consultas para garantizar la inclusión y la transparencia en el proceso de examen que refleja las aspiraciones del pueblo de Gambia".
No obstante, a pesar de los progresos, el organismo se ha mostrado preocupado ya que el estancamiento del proceso constitucional puede repercutir en las demás reformas que requiere el país, en particular la justicia de transición y del sector de la seguridad.
También ha destacado la intención del Gobierno de volver a presentar el proyecto de Constitución para que pueda someterse a referéndum en junio de 2021, meses antes de las elecciones generales dispuestas para diciembre del mismo año.
La Comisión también ha reiterado su compromiso con la transición democrática de Gambia, que comenzó a principios de 2017, y con la ayuda para la movilización de ayuda internacional a las prioridades del Gobierno en materia de consolidación de la paz.
En este sentido, ha considerado positivas las labores de la Comisión Electoral Independiente para las elecciones presidenciales de diciembre de 2021, las elecciones a la Asamblea Nacional de abril de 2022 y las elecciones para los gobiernos locales de mayo de 2023.
Por otro lado, ha pedido a los asociados de Gambia que ayuden a cubrir el déficit presupuestario del 90 por ciento para la ejecución del proyecto de apoyo para el ciclo electoral de 2020-2022.
Por último, la Comisión se ha mostrado preocupada por las repercusiones socioeconómicas negativas que está dejando la crisis sanitaria de la COVID-19 en el país, que ya ha restringido la actividad económica y ha perturbado muchos sectores, especialmente el turismo y la agricultura.
La Asamblea Nacional de Gambia rechazó en septiembre el proyecto de ley para aprobar la nueva Constitución para el país tras varios días de intensos debates y pese al llamamiento de los principales aliados occidentales, entre ellos la Unión Europea y Estados Unidos, a que el nuevo texto fuera aprobado.
El texto incluye un límite de dos mandatos presidenciales pero tendría carácter retroactivo, lo que dejaría a Barrow con la posibilidad de optar solo a un mandato más, algo que sus partidarios rechazan, lo que habría llevado a algunos de ellos a votar en contra.
El presidente de Gambia, Adama Barrow, quien se comprometió a solo ocupar el cargo durante tres años y llevar al país a la celebración de nuevas elecciones, no ha cumplido con ese compromiso y ahora sus partidarios se han convertido en el principal escollo para que la nueva Constitución salga adelante.
Barrow llegó a la Presidencia en 2017, después de que el expresidente Yahya Jamé aceptara finalmente reconocer su derrota y abandonar el país tras las presiones de la Comunidad Económica de Estados de África Occidental (CEDEAO), que llegó a amenazar con una intervención militar si no cedía el poder.