MADRID, 5 Oct. (EUROPA PRESS) -
El portavoz de la Secretaría General de la ONU, Stéphane Dujarric, ha mostrado su preocupación por la orden de las autoridades paquistaníes de expulsar a los migrantes irregulares antes del 1 de noviembre.
Dujarric ha remarcado en una rueda de prensa que "es fundamental que ningún refugiado sea devuelto sin que se trate de un retorno voluntario y digno", al tiempo que ha señalado que está "seguro" de que la Oficina del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) lo está investigando.
El ministro interino del Interior de Pakistán, Sarfraz Bugti, informó el martes de que los migrantes irregulares tienen hasta el 1 de noviembre para abandonar el país, en medio de una aumento de la violencia y los ataques terroristas, en especial en las zonas fronterizas con Afganistán.
En una reunión en Islamabad en la que participaron diferentes autoridades civiles y militares, se decidió, según comunicó el ministro, que "lo más importante" es "el bienestar y la seguridad" de los ciudadanos paquistaníes por encima de "cualquier país o sus políticas".
"La primera decisión que se toma es sobre nuestros inmigrantes ilegales que viven en Pakistán por medios ilegales. Les hemos dado como fecha límite el 1 de noviembre para que regresen voluntariamente a sus países y, si no lo hacen, todas las agencias policiales del Estado y las provincias los deportarán", advirtió.
Si bien la medida se aplica a todos los inmigrantes en situación irregular, se entiende que va dirigida hacia la comunidad afgana que reside en el país sin permiso, un total de 1,73 millones, según datos ofrecidos por el propio ministro del Interior.
En las últimas semanas, las fuerzas de seguridad de Pakistán han lanzado varias operaciones contra la inmigración ilegal, habiendo detenido ya a cientos de ellos. El plazo anunciado este martes también afectará a negocios y propiedades levantadas de manera ilegal por estas personas, dijo el ministro.