MADRID, 11 Ago. (EUROPA PRESS) -
La ONU ha mostrado este jueves su rechazo a las amenazas de los golpistas contra el presidente depuesto, Mohamed Bazoum, que se encuentra detenido por los militares tras el golpe de Estado del pasado 26 de julio.
"Estamos en contra de cualquier amenaza de hacer daño al presidente electo del país, y nos opondríamos a ello", ha declarado el portavoz adjunto del secretario general de la ONU, Farhan Haq, tras ser preguntado por las amenazas de muerte que habría lanzado la junta militar contra Bazoum en caso de intervención militar.
Este jueves, la Comunidad Económica de Estados del África Occidental (CEDEAO) ha acordado la activación "inmediata" de una fuerza regional con vistas a una posible intervención militar en Níger, para recuperar el "orden constitucional" tras el golpe de Estado que supuso la destitución del presidente Mohamed Bazoum.
Sin embargo, la CEDEAO ha insistido en agotar primero la "vía pacífica", para la que se están coordinando con Naciones Unidas, ha explicado Haq.
El portavoz adjunto también ha expresado su preocupación por las informaciones del presidente depuesto, el Partido Nigerino para la Democracia y el Socialismo (PNDS), de que Bazoum y su familia se encuentran sin electricidad ni comida.
De hecho, el secretario general de la ONU, António Guterres, ya había expresado su rechazo a las condiciones "inhumanas" impuestas por la junta militar.
La CEDEAO ha apuntado este miércoles tras su reunión que la junta es "la única y total responsable de la seguridad y la integridad física de Bazoum, sus familiares y su gobierno", después de que en los últimos días hayan surgido informaciones sobre un posible empeoramiento de su estado de salud o amenazas para acabar incluso con su vida.
Durante estas semanas, y pese a los avisos, la junta militar nigerina ha hecho caso omiso a los llamamientos de la CEDEAO e incluso ha dado pasos para consolidarse, incluido el nombramiento de altos cargos. Entre sus aliados destacan las autoridades de Burkina Faso y Malí, que ya han avisado de que una hipotética intervención militar en Níger supondría una "declaración de guerra" también contra ellos.