MADRID, 16 Jun. (EUROPA PRESS) -
El portavoz de la Secretaría General de Naciones Unidas, Stéphane Dujarric, ha asegurado este miércoles que a la ONU le "entristece mucho" la muerte de un trabajador de la organización no gubernamental turca Asociación de Ayuda Humanitaria (IYD) a causa de la explosión de una bomba en su vehículo en la localidad siria de Al Bab, situada en la frontera con Turquía.
"Esta tragedia es un duro recordatorio de las continuas hostilidades en Siria, que se están cobrando la vida de civiles y trabajadores humanitarios", ha subrayado Dujarric.
Así, ha recalcado que "desde 2020 se han producido 23 víctimas mortales entre los trabajadores humanitarios en el noroeste de Siria".
El vicecoordinador humanitario regional para Siria de Naciones Unidas, Mark Cutts, ha condenado el ataque y ha solicitado una investigación completa.
"Condeno enérgicamente el cobarde atentado perpetrado este miércoles en el noroeste de Siria, en el que ha muerto un trabajador humanitario al estallar su vehículo por un coche bomba en Al Bab", ha lamentado Cutts en su cuenta de Twitter.
"Este atroz ataque contra un trabajador humanitario que estaba realizando una labor de salvamento debe ser investigado a fondo. Los trabajadores humanitarios nunca deben ser un objetivo", ha agregado en la misma red social.
La organización ha destacado que mientras tanto, continúan las operaciones transfronterizas de la ONU desde Turquía hacia Siria, llegando a 2,4 millones de personas cada mes en el noroeste de Siria.
Asimismo, ha señalado que el mes pasado, más de 1.000 camiones cruzaron desde el paso fronterizo de Bab Al Hawa, llevando alimentos, refugio, nutrición y suministros sanitarios a la población.
La ONU ha hecho hincapié en que unos 4,1 millones de hombres, mujeres y niños necesitan ayuda humanitaria en el noroeste de Siria este año, una cifra es superior a los 3,4 millones del año pasado y la mayoría de estas personas son mujeres y niños.
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