DAKAR (SENEGAL), 3 (Reuters/EP)
Naciones Unidas ha pedido a los religiosos musulmanes del oeste de África su colaboración para evitar una futura superpoblación, en una región donde la planificación familiar está a menudo estigmatizada socialmente por motivos religiosos.
El oeste de África tiene la tasa de natalidad más alta del mundo, según cifras del Fondo de Población de la ONU (UNFPA). Los expertos en materia de demografía han alertado de que si la población en el oeste de África continúa creciendo al ritmo actual, se desencadenarán graves conflictos por la escasez del agua y las tierras de cultivo, crecerá exponencialmente la desnutrición y los conflictos y cada vez habrá más refugiados económicos de la región.
Además, los Gobiernos y las agencias de Naciones Unidas pretenden reducir la preocupante tasa de mortalidad materna en la región. Para incidir en estos temas y dado el carácter conservador de las sociedades de la región, el director del Fondo de Población de la ONU en África Occidental, Mabingue Ngom, se reunió en septiembre con religiosos moderados de Senegal.
Ngom expuso la necesidad de una mejor salud materna y de que se garantice que las familias tengan recursos para alimentar y educar sus niños, aspectos que el Corán contempla. El subdirector del Consejo Supremo Islámico de Senegal, Bou Mouhamed Kounta, advirtió que la planificación familiar es un tema tabú para la sociedad allí, pero se muestra optimista. "Estamos listos para trabajar con ustedes, porque puedo ver que el UNFPA respeta la religión", ha dicho.
En julio, la máxima autoridad islámica de Chad organizó un simposio con el UNFPA y 1.200 líderes religiosos regionales para abordar el tema de la planificación familiar. "Les conté que la planificación familiar reducirá la mortalidad materna en un tercio. ¿Quién no quiere hacer eso?", ha dicho Ngom.
LA NEGATIVA INCREMENTA EL PROBLEMA
Sin embargo, algunos religiosos, sobre todo del ala wahabista del Islam, más estricta y conservadora, consideran que la planificación familiar es un complot occidental para frenar la expansión del Islam y citan el pasaje del Corán de "creced y multiplicáos". "La política de Occidente pretende reducir nuestro número", ha dicho Hassane Seck, un imán wahabí de Dakar.
"Nuestra religión no nos permite dejar de tener hijos", ha declarado Mariane Hamadoun, de 34 años, madre nigerina de cinco hijos. Otra de ellas, Rahinatou Kadri, con cuatro hijos, ha dicho que "tendría 15 hijos si eso es lo que Alá quiere". Su esposo tiene otras dos esposas, la mayor de las cuales tiene 16 hijos, según ha dicho. Kadri tenía un implante anticonceptivo, pero al saber que su esposo quería tener otro hijo, fue al centro de salud a quitárselo.
La mayor preocupación para los expertos se centra en Níger. Su tasa de fertilidad ha sido la más alta del mundo en la última década, alcanzando los siete hijos por madre durante 25 años. Según las proyecciones de la ONU, su población se triplicará en 2050, alcanzando los 72 millones y, sin embargo, ya en la actualidad las sequías dificultan la vida en el país.
En cuanto a las tasas de mortalidad, De cada 100.000 nacimientos, 553 madres fallecen, aunque resulta más preocupante el caso de Chad, donde 856 de cada 100.000 nacimientos terminan con el fallecimiento de la madre.
UN ESTIGMA SOCIAL
Aminatou Bakah, trabajadora humanitaria nigerina para la organización Marie Stopes International, que presta apoyo a la planificación familiar en 37 países, ha contado las dificultades que han tenido en el país para zafarse de la idea de que son una herramienta occidental para reducir la natalidad. "Tuvimos que explicar que no queremos evitar que las personas tengan hijos, sino ayudar a planificarlo, que una mujer no se quede embarazada simplemente por pura casualidad", ha indicado.
En 2012 el UNFPA intentó, junto con el Gobierno de Níger, poner en marcha un proyecto de ley que prohibía que las niñas fueran sacadas de la escuela para casarse y en 2015 intentaron introducir educación sexual en las escuelas, pero estas propuestas generaron grandes protestas que llevaron a su retirada en ambos casos.
"Los términos 'limitar' o 'reducir' la población son dos palabras que simplemente no puedes usar. Si lo haces, cada morabito (religioso islámico) va a estar en tu contra", ha advertido el director de la agencia de planificación familiar de Níger, Atamo Hassane.
Sin embargo, para Lamodi Soulye, un devoto musulmán de 39 años, la planificación familiar no supone un problema. "Mi padre carecía de los recursos para mantenernos. Por eso yo decidí no hacer lo mismo con mis hijos", ha dicho. Soulye planea tener tres hijos para evitar, como le sucedió a él, pasar hambre ocasionalmente y tener que abandonar la escuela solo con la educación primaria básica.