MADRID 5 May. (EUROPA PRESS) -
Naciones Unidas ha reclamado este lunes a la coalición internacional encabezada por Arabia Saudí contra los milicianos huthis que ponga fin a sus bombardeos contra el aeropuerto de la capital, Saná, recalcando su importancia para la entrega de ayuda humanitaria.
El coordinador en materia humanitaria de la ONU en el país, Johannes van der Klaauw, ha recalcado que el citado aeropuerto es "una línea vital esencial", argumentando que "sin acceso a los aeropuertos, las agencias de ayuda no pueden trasladar personal, suministros de medicina y otra ayuda, así como evacuar a su personal".
"Pido firmemente a la coalición que ponga fin a sus ataques contra el aeropuerto internacional y que preserve esta importante línea vital, así como el resto de aeropuertos y puertos, para que las agencias humanitarias puedan llegar a los afectados por el conflicto", ha agregado.
La Oficina de Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA) ha afirmado que los bombardeos de la coalición internacional contra las pistas del aeropuerto las han dejado inservibles, por lo que los vuelos no pueden despegar ni aterrizar.
Más de 1.200 personas han muerto y alrededor de 300.000 han huido de sus viviendas en los casi dos meses de combates desde el inicio de la ofensiva internacional contra los milicianos chiíes para impedir su avance hacia la localidad de Adén (sur).
Arabia Saudí asumió el liderazgo de la 'Operación Tormenta Definitiva', con con el objetivo declarado de repeler a las milicias huthis, Al Qaeda y el Estado Islámico", junto a una decena de países árabes, entre ellos Emiratos Árabes Unidos, Bahréin, Qatar, Kuwait, Egipto y Marruecos.
Las monarquías del Golfo Pérsico temen que la influencia de Irán en la región se extienda con el ascenso de los huthis al poder, en medio de la inestabilidad generada por el conflicto iraquí y la guerra civil en Siria
La crisis política en Yemen, fruto de las disputas internas no resueltas con la caída del Gobierno de Salé, en 2011, se agravó el pasado mes de septiembre con la irrupción en Saná de los rebeldes chiíes.
Los huthis, que históricamente han reivindicado mayor autonomía para el norte de Yemen, llevaron al presidente, Abdo Rabbu Mansur Hadi, y su Gobierno a dimitir en bloque el pasado mes de enero, evidenciando así la pugna por el control de un país al borde de la guerra civil.