Destaca que esta prórroga permitirá "generar confianza" y allanar el camino a un alto el fuego
MADRID, 22 Jul. (EUROPA PRESS) -
El enviado especial de Naciones Unidas para Yemen, Hans Grundberg, ha pedido a las partes en conflicto "extender y expandir" la tregua alcanzada a principios de abril, que expirará el 2 de agosto, en medio de las criticas de los huthis y la falta de avances en las conversaciones sobre la aplicación de otros puntos del acuerdo.
"Una tregua extendida y expandida aumentará los beneficios para el pueblo yemení", ha dicho, antes de agregar que "dará además una plataforma para generar más confianza entre las partes e iniciar discusiones serias sobre prioridades económicas, particularmente sobre ingresos y salarios, así como sobre prioridades de seguridad, incluido un alto el fuego".
Así, ha explicado que "el objetivo final en última instancia es avanzar hacia un acuerdo político que ponga fin al conflicto", al tiempo que ha defendido que la tregua se ha mantenido "en gran medida" hasta la fecha, por lo que estos cerca de cuatro meses son el periodo de calma más extenso en los más de siete años de guerra.
Sin embargo, los huthis y la coalición internacional liderada por Arabia Saudí han intercambiado acusaciones sobre violaciones de la tregua en varias líneas de frente, por lo que Grundberg ha destacado que "las partes tienen obligaciones bajo el Derecho Humanitario para proteger a los civiles".
"Me tomo muy en serio los informes sobre el aumento de enfrentamientos militares, especialmente cuando implica víctimas civiles. Mi oficina está trabajando a través del Comité de Coordinación Militar para facilitar el diálogo y apoyar la reducción de tensiones", ha señalado.
"Espero que las partes continúen su trabajo bajo el comité y establezcan una sala de coordinación conjunta para abordar los incidentes de forma adecuada", ha argumentado Grundberg.
Las partes no han logrado un acuerdo sobre la reapertura de carreteras en Yemen, especialmente en la provincia de Taiz, con la negativa de los huthis a aceptar la última propuesta de la ONU, que sí fue aprobada por las autoridades reconocidas internacionalmente.
A pesar de ello, las partes han anunciado su intención de reabrir algunas carreteras de forma unilateral, si bien Grundberg ha dicho que "las acciones unilaterales por sí misma no son suficientes para garantizar el paso seguro y sostenible de civiles" a través de las líneas de frente.
"Las partes necesitan negociar, coordinarse y comunicarse. No detendré mis esfuerzos para lograr que las partes acerquen posturas para lograr un acuerdo para reabrir de forma segura y sostenible las carreteras clave en Taiz y otras provincias. Esto seguirá siendo una prioridad para este periodo de tregua y cualquier extensión de la misma", ha puntualizado.
Las partes acordaron además que durante la tregua se permitieran dos vuelos comerciales a la semana desde Saná hacia Jordania y Egipto, con un total de 32 durante este periodo. Hasta la fecha han tenido lugar 20 vuelos de ida y vuelta, mientras se analiza la posibilidad de abrir conexiones con otros países como parte de una extensión de la tregua.
Grundberg ha sostenido además que es "más importante que nunca garantizar un flujo de combustible para apoyar los servicios esenciales", tras el acuerdo en el marco de la tregua para autorizar la llegada de 36 petroleros al puerto de Hodeida (oeste).
"Una renovación de la tregua permitiría la entrada regular de barcos con combustible", ha dicho, antes de incidir en que "alejarse de siete años de guerra para ir hacia un estado de calma relativa no será un proceso sin desafíos" y reconocer algunos problemas a la hora de "aplicar totalmente los elementos de la tregua".
"La tregua ha supuesto una transformación para Yemen. Ha supuesto una diferencia tangible para la vida de la gente. El pueblo yemení y la comunidad internacional quieren y esperan que la tregua sea totalmente aplicada, renovada y fortalecida", ha señalado Grundberg, que ha pedido a las partes una postura "constructiva" y "reconocer los beneficios que supondría una tregua extendida y expandida".
El Consejo Político Supremo de los huthis afirmó la semana pasada que rechazaba cualquier pacto derivado de la visita del presidente de Estados Unidos, Joe Biden, a la región y criticó sus conversaciones con Riad sobre la posible extensión de la tregua, que describió como una experiencia "decepcionante" que "no puede ser repetida en el futuro", tal y como informó la agencia yemení de noticias SABA.
"Hemos presentado muchas iniciativas y concesiones para aliviar el sufrimiento y animar a la coalición de la agresión a participar en la paz, sin resultados. Los países agresores se ciñen al bloqueo e impiden el flujo de barcos al puerto de Hodeida y, mientras abren su espacio aéreo al enemigo israelí, insisten sin justificación y de forma arbitraria a cerrar el espacio aéreo y los puertos yemeníes, en un crimen de guerra ante toda la comunidad internacional, que es cómplice del enemigo", denunció.
Las partes en conflicto acordaron a principios de junio prorrogar otros dos meses la tregua anunciada en abril, coincidiendo con el inicio del mes de Ramadán. La guerra en Yemen enfrenta al Gobierno reconocido internacionalmente, ahora representado por el Consejo Presidencial de Liderazgo y apoyado por la citada coalición internacional, y a los huthis, respaldados por Irán. Los huthis controlan la capital, Saná, y zonas del norte y el oeste del país.