Pierre Nkurunziza.
PRESIDENCIA DE BURUNDI
Actualizado: viernes, 22 enero 2016 12:41


BUYUMBURA, 22 Ene. (Reuters/EP) -

Los embajadores de los 15 países integrantes del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas que llegaron este jueves a Burundi han pedido al Gobierno que resuelva la crisis del país mediante el dialogo.

Los embajadores han viajado a Burundi para reunirse con el presidente, Pierre Nkurunziza, con el ministro de Exteriores y el presidente de la Asamblea Nacional, así como con representantes de los partidos políticos, la sociedad civil y la Comisión de la Verdad y la Reconciliación.

Algunos de los embajadores quieren persuadir a Nkurunziza, cuya decisión de presentarse a un tercer mandato desató la crisis en el país, de que acepte la presencia de las Fuerzas de Paz africanas en Burundi para prevenir un conflicto étnico en la región, que todavía tiene muy presente el genocidio de Ruanda de 1994. Al igual que Ruanda, Burundi posee una mayoría étnica hutu y una minoría tutsi.

El presidente ha rechazado el despliegue y ha asegurado que constituiría una "fuerza invasora". Éste será uno de los temas principales que tratarán en la cumbre de la Unión Africana que se celebra a finales de enero.

EL DIÁLOGO ES EL "ÚNICO CAMINO"

"La lucha y los asesinatos tienen que parar", ha manifestado el embajador francés ante Naciones Unidas, Alexis Lamek, a Reuters tras la reunión de los diplomáticos con el ministro de Exteriores, Alain Nyamitwe, y ha añadido que el dialogo es "el único camino".

Por su parte, el primer vicepresidente de Burundi, Gaston Sindimwo, ha asegurado que el Gobierno está abierto al diálogo. "No podemos mantenernos al margen y, al mismo tiempo, permitir a los criminales tener su camino", ha explicado.

A pesar de que durante el año pasado se llevaron a cabo varias conversaciones entre el Gobierno y la oposición, todavía no se ha producido ningún progreso. Las negociaciones que se iniciaron a finales de diciembre de 2015 ya se han detenido.

Según han explicado algunos de los diplomáticos que han viajado a la región, el Gobierno ha puesto demasiadas condiciones sobre quién puede asistir a las conversaciones para que sean significativas. Además, han señalado que los rebeldes creen que pueden ganar más a través del uso de las armas que mediante las negociaciones.

Por otra parte, el grupo rebelde de Burundi FOREBU ha anunciado que su lider es ahora el general Godefroid Niyombare, antiguo jefe de Inteligencia y organizador del fallido golpe de Estado de mayo de 2015, y que según sus aliados, todavía trabaja para destituir al presidente.

Durante la guerra civil, Niyombare pertenecía a la fuerza rebelde CNDD-FDD, que lideraba Nkurunziza. Este anuncio ha preocupado a la comunidad internacional, que teme que el país pueda volver al conflicto étnico que causó la guerra civil del país que duró 12 años y que acabó en 2005.

UN PAÍS EN CRISIS

El país africano está envuelto en una crisis política desde que Nkurunziza decidiera presentarse a un controvertido tercer mandato, algo que la oposición criticó como inconstitucional. Desde entonces, y según datos de la ONU, han muerto al menos 439 personas y unas 220.000 han huido a países vecinos, aunque las cifras podrían ser mayores.

La oposición aseguró que su reelección violaba los términos del acuerdo de paz que se firmó en 2005 tras doce años de guerra civil. Este acuerdo de paz incluía reformas en el Ejército, que fue absorbido por los rebeldes, de mayoría hutu, y que había sido dirigido por la minoría tutsi.

El Gobierno insiste en que no hay preferencias étnicas, pero sus oponentes aseguran que los distritos de Buyumbura en donde viven la mayoría de los tutsi, que también fueron un semillero de protestas contra Nkurunziza el año pasado, han sido objetivos de varios ataques.

Más noticias

Leer más acerca de: