MADRID, 25 Ene. (EUROPA PRESS) -
La relatora especial de Naciones Unidas para los Derechos Humanos en Birmania, Yanghee Lee, ha pedido este viernes la imputación del jefe del Estado Mayor del Ejército birmano, el general Min Aung Hlaing, por delito de genocidio por la persecución y exterminio de la minoría royingya en el estado occidental de Rajine, en 2017, así como de crímenes de guerra y contra la Humanidad por matanzas perpetradas en otras partes del país.
El general "Min Aung Hlaing y otros más deberían ser imputados por genocidio en el estado de Rajine y por crímenes contra la Humanidad y crímenes de guerra en otras partes de Birmania", ha declarado Lee, a quien las autoridades birmanas tienen prohibido entrar en el país, durante una conferencia de prensa en Dacca, la capital de Bangladesh, publicada en su cuenta oficial de Twitter.
Se trata de la primera declaración pública de Lee en la que pide la imputación del jefe del Ejército birmano, acusado por la misión de investigación de Naciones Unidas en Birmania, citando a refugiados rohingya, como responsable de matanzas y violaciones en masa "con propósito de genocidio".
Junto al general, la ONU recomendó la imputación de otros cinco altos cargos del Ejército birmano -- los generales Aung Kyaw Zaw, Aung Aung, Maung Maung Soe, Than Oo y Khin Maung Soe -- por perpetrar "los crímenes más graves que existen bajo el Derecho Internacional" durante el éxodo de los 730.000 rohingya que tuvieron que escapar a Bangladesh durante la campaña militar de agosto de 2017, iniciada según las autoridades birmanas en respuesta a un ataque de milicias royingya separatistas.
La relatora ha pedido también a las autoridades birmanas que emprendan inmediatamente una reforma constitucional que abra paso a una verdadera reforma democrática en el país, junto a la persecución y enjuiciamento de los responsables de las matanzas contra los rohingya.
"No podremos repatriar a los rohingya hasta que los responsables acaben ante la justicia. Si devolvemos a los rohingya sin que los autores hayan rendido cuentas, la horrenda situación actual en Birmania podría escalar o prolongarse", declaró la semana pasada la relatora a Reuters. "Y probablemente esta situación desembocará en un nuevo ciclo de expulsiones", ha añadido.
El Ejército birmano, que desde el principio ha rechazado cualquier ayuda de la comunidad internacional para ayudarle en su investigación, no ha hecho declaraciones.
Por último, la relatora ha recordado que al menos 44 periodistas han sido encarcelados desde que la activista y premio Nobel de la Paz, Aung San Suu Kyi -- ahora considerada un títere de los militares -- llegara al poder en 2015, entre ellos los reporteros de la agencia Reuters Wa Lone y Kyaw Soe Oo, condenados a siete años de cárcel por informar de la matanza de una decena de rohingyas a manos del Ejército birmano.