La ONU pide una moratoria de las deportaciones de ciudadanos birmanos debido a la crisis de DDHH en el país

MADRID, 26 Oct. (EUROPA PRESS) -

El alto comisionado para los Derechos Humanos de Naciones Unidas, Volker Türk, ha pedido este miércoles una prórroga para detener la deportación de refugiados y migrantes de Birmania debido a la grave crisis humanitaria y de libertades fundamentales que padece la población tras el golpe militar de febrero de 2021.

"Con los crecientes niveles de violencia e inestabilidad, y el colapso de la economía y los sistemas de protección social de Birmania, este no es el momento para devolver a nadie", ha aseverado Türk, después de conocerse que el pasado 6 de octubre más de cien ciudadanos birmanos que habían buscado protección a través de ACNUR, la agencia de refugiados de Naciones Unidas, fueron deportados.

Türk ha explicado que gran parte de estos casos son de activistas políticos, opositores a la junta militar e incluso desertores del Ejército, por lo que su vuelta les coloca en "un grave peligro".

Por ello, Türk ha instado a Malasia, uno de los países donde mayor número de deportaciones se produjeron, así como al resto de Estados, que garanticen que ningún ciudadano birmano solicitante de asilo sea deportado por la fuerza y en caso de tener que ser así, que se evalúe su caso de manera individual y se le garanticen todas las normas del debido proceso.

"Es poco probable que las deportaciones que tienen lugar después de una detención indefinida o una detención en condiciones manifiestamente inadecuadas sean verdaderamente voluntarias y por tanto deben evitarse", remarca la ONU, que desde el golpe militar en 2021 en Birmania ha documentado "numerosos casos" de castigos y represalias sobre aquellos que fueron forzados a volver.

"Las personas que han huido del país y que los militares consideran que se oponen al golpe corren el riesgo de ser torturadas bajo custodia y condenadas a muerte", evidencia Naciones Unidas por lo que Türk sostiene que "ahora más que nunca" los Estados se abstengan de estas prácticas y den estatus legal a quienes escapan de la violencia hasta que Birmania sea un lugar seguro.

Desde que el 1 de febrero la junta militar perpetrara un golpe de Estado en Birmania, al menos 70.000 personas han huido del país y más de un millón han tenido que huir de sus hogares. A todos ellos se les suma el millón de refugiados musulmanes de la comunidad rohingya han encontrado refugio en Bangladesh y a los millones de migrantes labores que trabajan fuera en situación irregular.