NACIONES UNIDAS, 28 Ago. (Reuters/EP) -
Naciones Unidas ha pedido a las facciones políticas enfrentadas en Guinea Bissau que vuelvan a la mesa de negociaciones para impedir la escalada de tensión que podría minar aún más la estabilidad en el empobrecido país de África Occidental.
El presidente del país, Jose Mario Vaz, designó la pasada semana a Baciro Dja como nuevo primer ministro para terminar con un vacío de poder iniciado con el cese --ordenado por el propio Vaz-- del gabinete del ex 'premier' Domingos Simoes Pereira.
Sin embargo, el cese de Pereira no sentó nada bien al enviado especial de la ONU a Guinea Bissau, Miguel Trovoada, quien declaró ante el Consejo de Seguridad de la ONU que el gobierno cesado cumplía la condición de representatividad y podría haber contribuido a mantener la estabilidad en el país.
"El gobierno cesado estaba compuesto por representantes de casi todos los partidos políticos en el Parlamento", declaró Trovoada, "lo que garantiza que tiene una cómoda base de apoyos en la asamblea nacional". "Parecía que se iban a cumplir", añadió, "las principales condiciones para garantizar un marco de estabilidad política".
Ahora, y de nuevo según Trovoada, "la ausencia de diálogo esencial ha abierto la puerta a más desconfianza y ha profundizado en los antagonismos hasta al punto de que el país está ahora donde está".
El embajador de Brasil en Guinea Bissau y presidente de la sección nacional de pacificación de Naciones Unidas para el país africano, Antonio de Aguiar Patriota, ha advertido de que la crisis actual "podría tener un impacto negativo en la ya de por sí frágil situación económica" en un país que "desde las elecciones de 2014 estaba haciendo buenos progresos hacia la estabilidad y el desarrollo".