El Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, Zeid Raad al Hussein
REUTERS / PIERRE ALBOUY
Actualizado: martes, 4 octubre 2016 12:25

Asegura que Rusia y Siria tienen un "patrón de ataques" contra unidades sanitarias y cooperantes

GINEBRA, 4 Oct. (Reuters/EP) -

El Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Zeid Raad al Hussein, ha reclamado este martes que se restrinja el derecho de veto en el Consejo de Seguridad de la ONU para poder remitir al Tribunal Penal Internacional la investigación sobre los crímenes cometidos en la guerra de Siria.

En un comunicado, Zeid ha reclamado a Rusia que no utilice armas incendiarias en Alepo y ha recalcado que los crímenes de un bando no pueden justificarse por los actos ilegales del contrario. El Alto Comisionado de Naciones Unidas ha hecho hincapié en que la situación en Alepo requiere la adopción de iniciativas valientes "incluidas propuestas para limitar el empleo del veto por parte de los miembros permanentes del Consejo de Seguridad", lo que permitiría remitir la investigación de los crímenes de la guerra de Siria al Tribunal Penal Internacional.

"Una propuesta así estaría más que justificada dada la incontrolada y la profundamente traumática impunidad que ha caracterizado el conflicto y la magnitud de los crímenes que se han cometido, algunos de los cuales en realidad pueden ser considerados crímenes de guerra y contra la humanidad", ha afirmado Zeid.

El Alto Comisionado ha acusado a los Gobiernos de Siria y de Rusia de tener "un patrón de ataques" contra objetivos que gozan de una especial protección de acuerdo con el derecho internacional humanitario, incluidas las unidades médicas, los cooperantes y las estaciones de suministro de agua.

Rusia es uno de los actores clave en la guerra de Siria por el apoyo que brinda al régimen de Bashar al Assad y como miembro permanente del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas. Zeid ha dicho que el uso de armas indiscriminadas como las incendiarias en zonas densamente pobladas supone un motivo de preocupación y ha trazado un paralelismo con las batallas de Varsovia, Estalingrado y Dresde durante la Segunda Guerra Mundial.

"Recuerdo a todos los países firmantes del Tercer Protocolo de la Convención de Armas Convencionales, incluida Rusia, que está estrictamente prohibido el uso de armas incendiarias en ataques aéreos en zonas civiles y que el uso de dichas armas por parte de fuerzas terrestres está muy restringido", ha explicado.

Zeid también ha censurado a los rebeldes por el uso de cañones lanzallamas, morteros caseros que lanzan cilindros con explosivos y metralla por considerarlos "totalmente inaceptables". Además, ha recordado al régimen sirio que la definición del enemigo como una "organización terrorista" no sirve como excusa para ignorar la legislación de guerra.

Por su parte, Fadela Chaib, portavoz de la Organización Mundial de la Salud, ha explicado que del 23 de septiembre al 2 de octubre han muerto en el este de Alepo 342 personas, incluidos 106 niños, y 1.129 personas han resultado heridas, incluidos 261 niños.

Esas cifras se basan en informes de los centros de salud que siguen operativos, si bien las cifras finales pueden ser mucho mayores, ha explicado. "Hasta ayer, solo teníamos seis hospitales operando parcialmente y solo un hospital con servicios de trauma", ha contado Chaib, en un encuentro con periodistas.

Por otra parte, Naciones Unidas ha asegurado este martes que el Gobierno sirio todavía tiene que responder al plan de entregas de ayuda humanitaria para octubre y ha recordado que el último convoy con cargamentos llegó el 25 de septiembre. "Se esperaba para el 30 de septiembre, según los estándares y guías para estos temas", ha dicho Jens Laerke, portavoz de Naciones Unidas, en un encuentro con la prensa. "Esto ha sido un tema recurrente para nosotros durante años, que no conseguimos la aprobación", ha indicado.

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