MADRID 10 Oct. (EUROPA PRESS) -
El Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, Zeid Raad al Hussein, ha reclamado una investigación "urgente" por los posibles crímenes de guerra que se estarían cometiendo en Yemen y ha advertido de que el "atroz" ataque durante un funeral hace más "vital" dicha pesquisa.
"Desde el comienzo de este conflicto, se han bombardeado bodas, mercados, hospitales, escuelas, y ahora un funeral, lo que ha dado como resultado un número masivo de víctimas civiles y cero responsables", ha lamentado Zeid en un comunicado, dos días después de un ataque con al menos 140 víctimas mortales.
Las víctimas del sábado se suman a una larga lista de fallecidos que acumula ya más de 4.100 civiles desde marzo de 2015, fecha en la que se recrudeció el conflicto entre el Gobierno de Abdo Rabbu Mansur Hadi y los rebeldes huthis. Además, según la ONU, más de 7.200 personas han resultado heridas.
El conflicto se ha recrudecido desde el fracaso del alto el fuego en agosto y, durante el mes de septiembre, al menos 379 personas murieron o sufrieron heridas. En los primeros días de octubre el recuento se ha disparado con un total 369 víctimas, un motivo de "grave preocupación" para Zeid.
El Alto Comisionado teme que el número de bajas civiles continúe aumentando de forma desenfrenada y, por este motivo, ha insistido en su llamamiento en favor de una "investigación internacional. "No podemos permitir que sigan ocurriendo ataques tan atroces", ha recalcado en su nota.
"La comunidad internacional tiene un deber legal y moral de reaccionar con contundencia a los cada vez más horribles niveles de víctimas civiles en Yemen, tal como ha hecho en muchas otras situaciones", ha añadido Zeid, quien ha reclamado también pasos en favor del diálogo.
El principal responsable de la ONU para la defensa de los Derechos Humanos ha recordado que Arabia Saudí, que interviene militarmente en el conflicto yemení del lado del Gobierno oficial, mostró precisamente en una reciente carta su disposición para garantizar la "rendición de cuentas" en caso de posibles crímenes.
Los huthis y sus aliados, que controlan Saná, han denunciado que el bombardeo del sábado es obra de la coalición internacional liderada por Arabia Saudí y que apoya al Gobierno de Hadi. La coalición, por su parte, niega cualquier implicación, si bien ha señalado que lo investigará.