La ONU reclama la liberación "inmediata" del presidente de Burkina Faso y un retorno "rápido" al orden constitucional

Archivo - La Alta Comisionada de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet
Archivo - La Alta Comisionada de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet - Violaine Martin/UN/dpa - Archivo
Actualizado: martes, 25 enero 2022 18:35

Resalta que "es crucial que el espacio democrático sea protegido de forma efectiva" tras el golpe de Estado

La CEDEAO celebrará una cumbre extraordinaria para abordar la situación "en los próximos días"

MADRID, 25 (EUROPA PRESS)

El Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos ha criticado este martes el golpe de Estado militar en Burkina Faso y ha reclamado la liberación "inmediata" del presidente, Roch Marc Christian Kaboré, y un retorno "rápido" al orden constitucional.

La portavoz del organismo, Ravina Shamdasani, ha resaltado que la jefa de la oficina, Michelle Bachelet, incidió durante una visita al país en noviembre en la "importancia de preservar los duramente ganados avances a nivel democrático y de Derechos Humanos".

"Durante la visita de la Alta Comisionada observamos una creciente frustración e impaciencia con el deterioro de la situación de seguridad en Burkina Faso ante los ataques cada vez más violentos por parte de grupos armados no estatales y otros actores violentos en la región del Sahel y con la respuesta de las autoridades", ha manifestado.

Así, ha argüido que "ante las amenazas de seguridad y los tremendos desafíos humanitarios a los que hace frente el país, es más importante que nunca garantizar el Estado de Derecho, el orden constitucional y que las obligaciones del país bajo el Derecho Humanitario son totalmente respetadas".

"Es crucial que el espacio democrático sea protegido de forma efectiva, garantizar que la gente es capaz de expresar sus diferencias y aspiraciones y participar en un diálogo significativo para trabajar a la hora de abordar las muchas crisis en el país", ha apuntado Shamdasani, quien ha agregado que el organismo "seguirá supervisando la situación de los Derechos Humanos en el país".

La declaración del organismo ha llegado horas después de que el secretario general de la ONU, António Guterres, condenara el golpe y emplazara a los militares amotinados a deponer las armas e iniciar un diálogo para superar la crisis.

A las críticas se ha sumado el G5 Sahel --integrado por Burkina Faso, Chad, Malí, Mauritania y Níger--, que ha mostrado su "gran preocupación" por "los acontecimientos políticos y militares en Burkina Faso" y ha advertido de que "podrían poner en peligro los avances democráticos en el país".

"El G5 Sahel, fiel a los ideales de paz, seguridad y democracia, condena de forma enérgica el intento de interrupción del orden constitucional", ha manifestado en un comunicado en el que ha pedido que "se respete la integridad física" de Kaboré y el resto de detenidos.

"El G5 Sahel pide a la totalidad de las partes a privilegiar el diálogo para resolver todas las diferencias con calma y serenidad", ha dicho, en línea con la condena expresada durante la jornada del lunes por la Unión Africana (UA) y la Comunidad Económica de Estados de África Occidental (CEDEAO).

La CEDEAO ha informado durante la jornada en un comunicado de que celebrará una cumbre extraordinaria para examinar la situación en Burkina Faso "en los próximos días", al tiempo que ha incidido en que el golpe "marca un gran revés democrático" para el país.

El presidente de Francia, Emmanuel Macron, se ha sumado a las condenas y ha confirmado que ha mantenido ya unas "primeras conversaciones con dirigentes de la región", tal y como ha recogido la emisora Radio France Internationale.

El golpe de Estado llegó tras un amotinamiento de militares el domingo en protesta por la inseguridad y la falta de medios para hacer frente al yihadismo, motivo por el que los soldados exigieron la dimisión de Kaboré y otros altos cargos de las fuerzas de seguridad.

El amotinamiento tuvo lugar cerca de dos semanas después de que las autoridades anunciaran el arresto de ocho militares, incluido un comandante, en relación con un presunto complot para "desestabilizar" las instituciones del país. Asimismo, suspendieron la semana pasada el acceso a Facebook por motivos de seguridad no especificados.

El primer ministro burkinés, Lassina Zerbo, reconoció a principios de enero que el país atraviesa una situación de seguridad "extremadamente preocupante" y abogó por hacer de la "reconciliación nacional" uno de los ejes de acción para restaurar la paz y la seguridad, después de que esta inestabilidad haya dejado ya más de 1,5 millones de desplazados desde 2015.

El país africano ha experimentado en términos generales un aumento significativo de los ataques desde el año 2015. Estos, obra tanto de la filial de Al Qaeda como de la de Estado Islámico en la región, han contribuido también a incrementar la violencia intercomunitaria y han hecho que florezcan los grupos de autodefensa.

En este contexto, al menos cuatro militares murieron el lunes por la explosión de una bomba al paso de su vehículo en la provincia de Yatenga (norte), según el portal burkinés de noticias Infowakat, sin que por ahora haya reclamación de la autoría del atentado.

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