ACNUR y la OIM lamentan que las tragedias se hayan "normalizado"
MADRID, 3 (EUROPA PRESS)
Las principales agencias de la ONU para temas migratorios han lamentado que, diez años después del naufragio frente a Lampedusa de una patera con más de 500 personas, la comunidad internacional sigue sin hacer frente a una emergencia que se ha tornado especialmente dramática en 2023, y ha llamado a demostrar "voluntad" y "compromiso" a la hora de tomar medidas.
Hace una década, "el mundo dijo 'nunca más'", pero 2023 se ha convertido ya en el año más mortífero en el Mediterráneo desde 2017, con más de 2.500 fallecidos sólo en la ruta central, que conecta países como Libia y Túnez con Italia, han recordado la directora general de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), Amy Pope, y el Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados (ACNUR), Filippo Grandi.
"No suele pasar una semana sin historias de todas las partes del mundo de tragedias e incidentes dramáticos, sea en rutas marítimas o terrestres. Las hemos normalizado de manera horrible", han dicho los dos responsables, lamentando la falta de medidas ante unos sucesos que son "prevenibles".
En este sentido, han señalado que "salvar vidas no es una opción", sino una "obligación legal", y han llamado a no dejar que pase más tiempo antes de que haya una "respuesta significativa". Esto pasa, a su juicio, por favorecer las operaciones de rescate, dejar de "criminalizar" los flujos de personas, no obstaculizar la labor de las ONG o establecer vías "regulares" que permitan a los migrantes arriesgar su vida.
"Nuestra responsabilidad como comunidad global es ayudar a quienes se enmarcan en peligrosos viajes en busca de una vida más segura y digna para ellos y sus familias", han reclamado Grandi y Pope en su comunicado conjunto, en el que si bien han reconocido algunos progresos también han advertido del mucho trabajo que queda por hacer.
La ONU ha organizado para diciembre un Foro Global de Refugiados en diciembre, del que espera salgan "compromisos concretos". "Ahora que ha pasado una década del naufragio de Lampedusa, debemos redoblas nuestros esfuerzos para impedir que estas tragedias ocurran de nuevo", han sentenciado.
La ONG Save the Children ha recordado que, de las más de 28.000 personas fallecidas en el Mediterráneo desde el año 2014, más de 1.100 --cuatro de cada diez-- eran menores de edad, al tiempo que ha echado en falta una mayor respuesta ante unas cifras que, en su opinión, evidencian que algo está fallando.
La portavoz de Save the Children en Lampedusa, Giovanna di Benedetto, ha recalcado que "las personas que huyen de los conflictos, la violencia, la pobreza extrema y los efectos del cambio climático siguen arriesgando sus vidas, a menudo recurriendo a traficantes, ante la falta de rutas seguras y legales para llegar a Europa".
CRÍTICAS A LA UE
El director de programas de Médicos Sin Fronteras (MSF) en Italia, Marco Bertotto, ha denunciado que desde el final de la operación de rescate 'Mare Nostrum', "las autoridades italianas y europeas no han tomado ni una sola medida para reforzar las operaciones de salvamento en el mar y para limitar de forma concreta y eficaz la sucesión de tragedias en el Mediterráneo".
Bertotto ha considerado las cifras de fallecidos de este año "una clara demostración" de que es "indispensable y urgente" que haya un nuevo plan de búsqueda y rescate por iniciativa de los Estados miembro de la Unión Europea, al menos hasta que haya "políticas más valientes" con vistas, por ejemplo, a garantizar "vías seguras" de migración y a desmantelar las "rutas ilegales y mortíferas".
"¿Cuántas personas más tienen que ahogarse para que alguien haga algo en la dirección adecuada?", se ha preguntado por su parte el responsable de las operaciones de búsqueda y rescate en el mar de MSF, Juan Matías Gil, que ha recordado que el Derecho Internacional obliga a auxiliar a aquellas personas en peligro de muerte.
"¿Cuántas negociaciones, tiras y aflojas, promesas, eslóganes, proclamas, memorandos y acuerdos inmorales e inhumanos con países que no respetan los estándares mínimos en Derechos Humanos, tendremos que seguir presenciando antes de que la migración se convierta por fin en un debate que se aborde con seriedad, madurez y, sobre todo, humanidad?", ha planteado.