MADRID 9 Ago. (EUROPA PRESS) -
Yacub el Hillo, coordinador residente en el país, y Kevin Kennedy, coordinador regional para la crisis en Siria, han reiterado este lunes la necesidad de que se lleve a cabo una efectiva tregua humanitaria de al menos 48 horas para poder entregar asistencia en Alepo, petición que se suma a la de levantar el asedio en la ciudad.
En un comunicado, firmado por El Hillo y Kennedy, la ONU ha exigido que "urgentemente" se celebre una "pausa humanitaria" en los combates en la ciudad con el objetivo de "permitir el acceso inmediato" a la zona para "reparar las redes de agua y electricidad y suministrar asistencia humanitaria a los necesitados".
Según las estimaciones que baraja Naciones Unidas, de 250.000 a 275.000 personas permanecen "atrapadas" en el este de la ciudad desde principios de julio, tras el cierre de la última ruta que llegaba a la zona. Desde el pasado viernes, la principal carretera al oeste de Alepo también fue cortada, elevando el número de civiles que temen quedar en la misma situación a más de dos millones.
Durante las últimas semanas, las comunidades en ambas áreas de la ciudad se han llevado la peor parte del conflicto, con un sinfín de civiles heridos o muertos. Los ataques contra hospitales, denuncian, siguen sin disminuir y están "poniendo en peligro el bienestar y la salud de todos los ciudadanos de Alepo".
Naciones Unidas se ha mostrado "extremadamente preocupada" por las consecuencias para los millones de civiles si no se reparan las redes de suministro de agua y electricidad. En este contexto, la ONU ha reiterado que está lista para asistir a la población civil, pero para ello, han explicado, necesitan un mínimo de 48 horas de pausa humanitaria para poder reponer las existencias de alimentos y medicinas, "reduciéndose" a un ritmo muy peligroso.
Así, ha explicado la necesidad de trasladar a los enfermos y heridos a través de las vías más eficaces desde Turquía. "Deben recibir asistencia sin discriminación e independientemente de su ubicación", han indicado, antes de pedir a "todas las partes" que garanticen la seguridad y la dignidad de la población y las infraestructuras civiles, tal y como prevén el Derecho Internacional Humanitario y las normas de Derechos Humanos.
Para concluir, la ONU ha reiterado "su petición para el inmediato levantamiento de todos los asedios", ya que, asegura, cuando se utiliza de forma intencionada para privar a la población civil de alimentos y otros productos esenciales para su supervivencia "las tácticas de asedio constituyen un crimen de guerra".