MADRID, 15 May. (EUROPA PRESS) -
El Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, Zeid Raad al Hussein, ha expresado su temor a un posible rebrote de la violencia en Burundi coincidiendo con la inminente celebración del referéndum constitucional, gracias al cual el actual presidente, Pierre Nkurunziza, podría seguir en el poder hasta el año 2034.
Al menos 26 personas murieron por el ataque perpetrado por un grupo armado a última hora del viernes en una localidad de la provincia de Cibitoke, a unos 60 kilómetros de la capital del país africano, Buyumbura. Entre las víctimas figuran once menores de edad.
Zeid ha admitido en un comunicado que hay diferentes versiones sobre los motivos de este ataque, que "podría haber sido político", pero considera en cualquier caso que es un "peligroso" incidente en un "atmósfera febril", marcada por las tensiones
"Burundi está plagado de rumores, las negociaciones políticas están bloqueadas y las tensiones se están disparando, por lo que muchos temen lo que podría ocurrir durante el referéndum del jueves y después", ha añadido el máximo responsable de Derechos Humanos de Naciones Unidas.
En este sentido, ha señalado que los numerosos abusos cometidos en Burundi durante los últimos tres años por parte de las autoridades y la celebración de un referéndum "controvertido" hacen que cualquier acción del Gobierno sea vista con "considerable desconfianza" por parte de un "considerable segmento de la población" local.
"Todo el mundo sufrirá si estalla la violencia durante o después del referéndum", ha advertido Zeid, quien ha instado al Gobierno de Nkurunziza a "asumir sus responsabilidades" y garantizar no solo "paz, seguridad y una democracia plenamente funcional", sino también que se respeten los Derechos Humanos y el Estado de Derecho. Así, ve necesario "evitar cualquier acción que pueda añadir gasolina al fuego".
Zeid ha aprovechado su mensaje para denunciar las detenciones arbitrarias de políticos opositores y de defensores del 'no', en las que habrían estado implicadas no solo fuerzas oficiales sino también el ala juvenil del partido gobernante, los Imbonerakure.