Unas 4.100 familias viven en sótanos y refugios por el temor a los bombardeos
MADRID, 20 Feb. (EUROPA PRESS) -
El enviado especial de la ONU para la guerra de Siria, Staffan de Mistura, ha expresado este martes su temor a que el asedio sobre la zona de Ghuta Oriental, a las afueras de Damasco, convierta el área en "un segundo Alepo", en alusión a la batalla librada a finales de 2016 por la segunda mayor ciudad del país.
Al menos 190 personas han muerto y otras 850 han resultado heridas desde el domingo como consecuencia de los bombardeos lanzados por las fuerzas leales al régimen de Bashar al Assad sobre el enclave de Ghuta Oriental, según ha informado este martes el Observatorio Sirio para los Derechos Humanos.
Unas 400.000 personas permanecen atrapadas en esta zona, controlada por los rebeldes. "Hay un riesgo de que se convierta en un segundo Alepo y espero que hayamos aprendido alguna lección de aquello", ha advertido De Mistura en declaraciones a la agencia de noticias Reuters.
El Ministerio de Exteriores francés ha apuntado en un comunicado que la última campaña de bombardeos complica más aún "una situación humanitaria que ya es crítica". Para París, los "ataques indiscriminados" contra zonas pobladas e infraestructuras civiles "constituyen una grave violación del Derecho Internacional Humanitario".
El Gobierno galo ha reclamado una "tregua humanitaria" y ha subrayado que la "responsabilidad" de los ataques recae en el régimen de Al Assad, pero también en Rusia e Irán como "principales apoyos". Estos dos últimos países, junto con Turquía, son los supuestos "garantes" del alto el fuego que se debería estar aplicando en Ghuta.
SITUACIÓN "HORRIBLE"
"La situación es realmente horrible. Los aviones no han parado ni un segundo durante toda la noche", ha relatado un portavoz de Syria Relief, organización que trabaja con Save the Children en Ghuta Oriental. "Los niños nunca habían tenido tanto miedo como ahora. Durante toda la noche se oía a niños asustados llorando. Sus madres están horrorizadas y no han podido dormir", ha lamentado.
Uno de estos niños ha contado en primera persona cómo vivió uno de estos ataques: "Estábamos en el sótano cuando escuchamos la explosión. Nuestra casa quedó destruida y todavía estamos buscando nuestras cosas entre los escombros".
Los trabajadores humanitarios de la zona calculan que unas 4.100 familias están viviendo en sótanos y refugios, la mitad de ellos sin agua y sistemas de saneamiento o ventilación, según un comunicado de Save the Children. Uno de estos trabajadores ha explicado que "algunas personas salieron volando de sus casas desde el segundo o tercer piso debido a la fuerza de las explosiones".
El Consejo de Seguridad de la ONU tiene previsto reunirse esta semana para hablar de esta nueva crisis, pero la directora de la respuesta de Save the Children, Sonia Khush, ha reclamado un alto el fuego inmediato ante una situación "absolutamente desesperada", en la que "están muriendo niños cada hora".
"Necesitamos urgentemente un alto el fuego para evitar más muertes y mutilaciones. También necesitamos desesperadamente acceso humanitario para que la comida, los suministros médicos y refugios se puedan entregar a las personas que han soportado el peso de esta horrible guerra que está empeorando cada día", ha declarado.