Un tribunal congoleño sentenció a pena capital a más de 50 personas por la ejecución de Catalan y Sharp en 2017
MADRID, 2 Feb. (EUROPA PRESS) -
La Secretaría General de Naciones Unidas ha firmado que "toma nota" de la condena a muerte a más de 50 personas por el asesinato de dos expertos del organismo en 2017 en República Democrática del Congo (RDC) y ha reiterado su oposición al uso de la pena capital "en toda circunstancia".
Un tribunal militar congoleño sentenció el sábado a muerte a 51 personas por su papel en el asesinato de la suizo-chilena Zaida Catalan y el estadounidense Michael Sharp, en la región de Kasai, donde formaban parte de un grupo de expertos que analizaba los enfrentamientos en la zona.
Asimismo, el tribunal condenó a diez años de cárcel y trabajos forzosos al coronel Jean de Dieu Mambueni, mientras que el periodista Raphael Kamuzadi y el policía André Tshipamba han sido absueltos.
"Entendemos que las decisiones pueden ser apeladas", ha dicho el viceportavoz de la Secretaría General de la ONU, Farhan Haq, quien ha recordado que la Fiscalía Militar está investigando aún a otras personas por su supuesta relación con los asesinatos.
Asimismo, ha resaltado que "hay una moratoria 'de facto' sobre la aplicación de la pena de muerte en RDC" y ha pedido a las autoridades del país africano que "mantengan la moratoria" y "consideren la abolición" de este castigo.
"La ONU ha estado apoyando a las autoridades congoleñas en la investigación de los asesinatos de nuestros dos expertos desde 2017", ha recordado, antes de agregar que el organismo "seguirá apoyando, de forma apropiada, a la Fiscalía Militar en cualquier apelación contra el veredicto".
"El secretario general (de la ONU, António Guterres) está comprometido a continuar el apoyo dado por el mecanismo (de Naciones Unidas) a las autoridades congoleñas en su búsqueda de justicia para nuestros expertos y sus cuatro acompañantes congoleños", ha remachado.
Catalán y Sharp intentaban verificar una masacre durante un enfrentamiento entre el Ejército y las milicias Kamuina Nsapu cuando fueron atacados. El Gobierno responsabilizó en un primer momento a Kamuina Nsapu, pero luego acabó reconociendo que sus propias fuerzas podrían haber estado involucradas.
Kasai Central fue escenario en los meses anteriores de unos enfrentamientos entre las fuerzas de seguridad y la milicia Kamuina Nsapu en los que, según la ONU, murieron al menos 400 personas y unas 200.000 se vieron obligadas a abandonar sus hogares.