La comunidad internacional expresa su "preocupación" el "deterioro" de la situación económica y social en Líbano
MADRID, 2 (EUROPA PRESS)
Naciones Unidas, la Unión Europea y el Banco Mundial han presentado este miércoles un plan para "ayudar" al pueblo libanés a "avanzar", después de la explosión que sacudió Beirut en agosto y tras meses de estancamiento político en el país asiático.
El secretario general de Naciones Unidas, António Guterres, ha presentado la iniciativa durante la Conferencia Internacional en Apoyo a la Población Libanesa, un foro convocado por el organismo y el presidente de Francia, Emmanuel Macron, que ha contado con la intervención de dirigentes de 32 países, 12 organizaciones internacionales y siete organizaciones de la sociedad civil libanesa.
El plan, denominado 'Marco de Reforma, Recuperación y Reconstrucción', tiene la vocación de ofrecer apoyo a la población libanesa para "pasar de la fase de emergencia y encaminarse hacia la recuperación y la reconstrucción a más largo plazo", en palabras de Guterres.
El marco evalúa los niveles de apoyo a Líbano frente a las necesidades continuas de la población, con el foco puesto en los más vulnerables. "Podemos abordar las necesidades de recuperación y reconstrucción de Beirut, particularmente del puerto, así como las áreas y comunidades afectadas", ha señalado.
"Con un enfoque de planificación urbana sostenible y una rápida acción de recuperación socioeconómica, podemos comenzar a revitalizar Beirut como el corazón palpitante de Líbano", ha aseverado el secretario general de Naciones Unidas.
El 4 de agosto se registró una explosión en el puerto de Beirut que dejó más de 200 muertos y más de 6.000 heridos. La deflagración destruyó gran parte del puerto y zonas residenciales de las inmediaciones, por lo que 300.000 personas, 100.000 de ellos niños, se quedaron sin hogar.
La explosión desencadenó una nueva oleada de protestas contra las autoridades que derivó en la dimisión del primer ministro, Hasán Diab, que se encuentra en funciones a la espera de la formación del nuevo Ejecutivo.
Además, tuvo lugar en un momento en el que Líbano atraviesa una grave crisis económica --la peor desde la guerra civil (1975-1990)-- y se teme que la destrucción ocasionada por las mismas impacten directamente en la importación de alimentos y otros productos básicos.
En este sentido, el plan incluye reformas orientadas a abordar las causas profundas de la crisis, para lo que Guterres ha solicitado el "compromiso continuo de las partes no gubernamentales interesadas". "Es clave", ha considerado, asegurando que "las voces de la gente deben ser escuchadas".
Además, ha pedido a la clase política de Líbano "que deje de lado los intereses políticos partidistas y forme un gobierno que proteja adecuadamente y responda a las necesidades de la gente".
Por último, ha prometido el apoyo continuo de la ONU a Líbano "hacia una recuperación sostenible y a largo plazo" y ha reiterado su agradecimiento a los socios del país asiático, incluidos líderes mundiales, organizaciones humanitarias internacionales e instituciones financieras multilaterales y regionales clave "por su asociación en esta empresa".
Durante la cita, Macron ha subrayado los resultados de los esfuerzos realizados desde agosto por la comunidad internacional y ha pedido trabajar para garantizar "apoyos adicionales" en materia de ayuda humanitaria.
"Las necesidades expresadas por el pueblo libanés siguen siendo muy importantes", ha señalado el mandatario francés, que ha lamentado que "aún nos queda por hacer", según ha informado el Elíseo en un comunicado.
"SOLIDARIDAD" CON EL PUEBLO LIBANÉS
Por su parte, la comunidad internacional ha reafirmado "enérgicamente" su "solidaridad" con el pueblo libanés y ha reiterado su "compromiso" para acompañarle en la "tragedia".
En la conferencia se ha hecho "balance" de la distribución de la ayuda proporcionada por la comunidad internacional en la conferencia internacional de ayuda celebrada el 9 de agosto, donde se recaudaron cerca de 300 millones de dólares. Además, se han calibrado las "nuevas necesidades" a las que se enfrenta Líbano.
En este sentido, la comunidad internacional se ha preocupado por que se cumplan los compromisos contraídos en materia de asistencia de emergencia, tanto en calidad como en cantidad, en todas las esferas prioritarias identificadas por Naciones Unidas en aquel momento, como salud, educación, rehabilitación urbana y alimentación.
El Elíseo ha detallado que, a pesar de que se habían comprometido 257 millones de euros en la cita anterior, se han pagado más de 280 millones. Así, los participantes han reiterado su "compromiso" con una distribución "transparente y eficiente" de la ayuda internacional, que beneficie exclusivamente a la población, concretamente a mujeres, jóvenes y niños.
Asimismo, los participantes han examinado la respuesta humanitaria que se ha proporcionado a la crisis, al tiempo que han pedido que se respeten los Derechos Humanos en el país asiático.
PREOCUPACIONES DE LA COMUNIDAD INTERNACIONAL
Por otra parte, los participantes en la cita han expresado "preocupación" por los retrasos en la investigación de la explosión y el "deterioro" de la situación económica --Líbano está en bancarrota-- y social, al tiempo que han expresado "inquietud" por la crisis humanitaria emergente.
El índice de pobreza en Líbano ha aumentado del 28 por ciento hasta el 55 por ciento en 12 meses, lo que ha obligado a muchos libaneses a emigrar. A juicio de la Conferencia Internacional, se trata de una "depresión deliberada", tal y como ya había apuntado el Banco Mundial. La cita también ha servido para comenzar a pensar en la "necesaria" revisión del modelo económico libanés.