MADRID, 23 Jul. (EUROPA PRESS) -
El Cuarteto de mediadores internacionales para Oriente Próximo, compuesto por Naciones Unidas, la Unión Europea, Rusia y Estados Unidos, han asegurado que están "profundamente preocupados" por los enfrentamientos que se han producido en la Ciudad Vieja de Jerusalén tras las restricciones de acceso impuestas por Israel a la Explanada de las Mezquitas, según ha informado el Departamento de Estado de Estados Unidos en un comunicado.
"Los representantes del Cuarteto (...) están profundamente preocupados por el agravamiento de la tensión y los fuertes enfrentamientos que se están produciendo en la Ciudad Vieja de Jerusalén", señala el comunicado. "El Cuarteto condena firmemente los ataques terroristas y lamenta la muerte de las personas inocentes", añade.
Los enviados del Cuarteto han pedido que se garantice la seguridad en la zona y que todos se "abstengan de actuaciones provocativas" y traten de acabar con la situación.
Además, el grupo ha reiterado que la violencia aumenta la desconfianza y es "totalmente incompatible" para lograr una solución pacífica en el conflicto entre Israel y Palestina.
Este viernes tres palestinos murieron, 450 resultaron heridos y fallecieron tres colonos israelíes en el marco de las protestas por las restricciones impuestas sobre la Explanada de las Mezquitas, un lugar sagrado para musulmanes y judíos.
De los heridos, 23 tuvieron que ser atendidos por presentar heridas por arma de fuego real. La mayoría recibió cuidados por inhalación de gas lacrimógeno (215 heridos) y balas de goma (147 heridos).
Los musulmanes protestan contra el cierre de la Explanada de las Mezquitas, ordenado hace una semana por el Gobierno de Benjamin Netanyahu en respuesta a un ataque efectuado por tres árabe-israelíes contra la Policía en la Puerta de los Leones, cerca del complejo religioso, en la Ciudad Vieja de Jerusalén. Los tres agresores y dos agentes murieron.
Es la primera vez que Israel cierra la Explanada de las Mezquitas desde 1969, algo que los palestinos y el mundo musulmán en general han interpretado como un intento del Gobierno hebreo de aumentar su control sobre este lugar, sagrado para musulmanes y judíos.