HARARE, 30 Mar. (Reuters/EP) -
La oposición de Zimbabue acusó hoy al presidente, Robert Mugabe, de manipular las elecciones para mantenerse en el poder a pesar del desastre económico que vive el país y los observadores africanos aseguraron haber detectado el fraude.
Mugabe, que lleva en el cargo desde que Zimbabue se independizó de Reino Unido en 1980, se enfrentaba ayer a su mayor desafío electoral desde entonces, con la oposición de su rival de toda la vida, Morgan Tsvangirai, y su antiguo aliado en el partido ZANU-PF Simba Makoni.
El partido MDC, de Tsvangirai, explicó que sus votantes y sus representantes fueron expulsados de los colegios electorales cuando cerraron las urnas y que los partidarios del Gobierno utilizaron tinta deleble para facilitar el engaño. El secretario general del MDC, Tendai Biti, cree que esto, combinado con la impresión de tres millones de papeletas de más, "asegura que habrá exceso de votos".
Por su parte, los observadores del Parlamento panafricano afirmaron en una carta enviada a la Comisión Electoral de Zimbabue que habían encontrado más de 8.000 personas inexistentes registradas en una zona deshabitada de la circunscripción de Harare. Biti también declaró que el MDC ha observado la existencia de "votantes fantasma" en Harare.
Muchos zimbabuenses estaban desesperados por que el país experimentase un cambio debido a la miseria económica. Zimbabue, que una vez fue un nación próspera, sufre la inflación más alta del mundo, por encima del 100.000 por ciento. Además, hay una escasez crónica de comida y carburante y una epidemia creciente del virus del sida, lo que ha contribuido al enorme descenso de la esperanza de vida.
Mugabe atribuye este colapso alas sanciones impuestas por Estados Unidos y Reino Unido a Zimbabue en los últimos años.
CAMBIO
Muchos de los votantes se atrevieron a declarar a la salida de los colegios electorales que habían emitido su voto en busca del cambio.
Por ejemplo, Richard Mutedzi, un mecánico de 25 años de edad que votó en la localidad de Chitungwiza explicó que había votado "para el cambio". También expresó su deseo de que se celebrasen unas elecciones "libres y justas" porque "es la única manera de que el país avance".
Está previsto que los resultados finales de las elecciones presidenciales, parlamentarias y locales no salgan hasta dentro de unos cuantos días.
El grupo ZESN, observador de la elección local, explicó que la participación pareció ser muy baja y que a algunos votantes se les impidió emitir su voto en algunos lugares.
En este sentido, un periodista local desveló que a miles de votantes se les había impedido ejercer su derecho en el feudo electoral de Mugabe en el sur, la provincia de Masvingo. También explicó que algunos parecían estar aleccionados por las autoridades locales para votar al presidente.
Muchos observadores internacionales fueron impedidos de presenciar la votación.
En el momento de votar, Mugabe mostró su habitual confianza, que también dejó ver en los días previos a la elección, y afirmó: "tendremos éxito, venceremos". Además, se refirió a las acusaciones que ha recibido de la oposición y del extranjero y manifestó que no tiene ningún motivo para "hacer trampas", ya que la gente le "apoya" y que cuando dejen de hacerlo, será "el momento de dejar la política".
Tsvangirai también tiene confianza en imponerse, a pesar de sus alegaciones de fraude y afirmó mientras votaba, en Harare, que tiene la "absoluta confianza en que el resultado será favorable a la gente".
Si ninguno de los candidatos consigue el 51 por ciento de los votos, habrá una segunda ronda dentro de tres semanas, en la que probablemente se unirían los dos principales partidos de la oposición, el de Tsvangirai y el de Makoni. Sin embargo, Mugabe cree que es improbable que esta segunda ronda se llegue a celebrar.