MADRID, 8 Feb. (EUROPA PRESS) -
La líder de la oposición de Bielorrusia, Svetlana Tijanovskaya, ha abogado este lunes por seguir la lucha en las calles contra el Gobierno de Alexander Lukashenko, seis meses después de que el veterano dirigente revalidase su mandato en unas elecciones que no han reconocido ni los movimientos opositores internos ni actores externos como la Unión Europea.
La Comisión Electoral concedió la victoria a Lukashenko al atribuirle más del 80 por ciento de los votos, mientras que Tijanovskaya ni siquiera llegaba al 10 por ciento en los resultados oficiales. La oposición, que denunció fraude, inició entonces las mayores movilizaciones recientes en la exrepública soviética.
"El pueblo bielorruso no ha cedido y no cederá", ha proclamado Tijanovsakaya en su canal de Telegram, después de celebrar una reunión telemática con representantes de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE). Las protestas, sin embargo, han perdido fuello y ya no concentran a los cintos de miles de personas que se movilizaron en un inicio.
Tijanovsakaya, que escapó a Lituania tras la polémica electoral, ha pedido más apoyo por parte de la OSCE y ha alertado de la situación en que se encuentran quienes siguen detenidos en Bielorrusia, según la agencia DPA. En diciembre, la ONU estimó que más de 27.000 personas habían sido detenidas desde las elecciones.
Lukashenko ha permanecido ajeno a las críticas y, después de tomar posesión de su actual mandato en una ceremonia secreta, ha descartado cualquier concesión a la oposición, a la que ha acusado de servir de títeres a las maniobras de intereses extranjeros.
El presidente ha convocado para el 11 y el 12 de febrero una nueva edición de la Asamblea del Pueblo de Bielorrusia, un formato en el que funcionarios, líderes industriales y representantes de la sociedad civil evalúan la situación del país y fijan la hoja de ruta para los próximos cinco años.
"Queda mucho trabajo por hacer", ha dicho Lukashenko este lunes, durante una reunión para analizar los preparativos de este congreso. El Gobierno ha encargado un informe "en profundidad" con el que quiere pulsar el "sentimiento ciudadano" a partir de 10.000 entrevistas y al que el mandatario le concede "especial importancia", según la agencia de noticias BelTA.
"Es muy difícil hablar en la Asamblea y planear algo sin saber lo que la gente piensa en realidad", ha argumentado Lukashenko, que ha insistido en que se trata de un estudio imparcial. No en vano, el presidente aspira a reflotar su legitimidad a ojos de ciudadanos y observadores externos.