RÍO DE JANEIRO, 8 Oct. (EUROPA PRESS) -
Los principales partidos de la oposición se han mostrado este miércoles satisfechos con la decisión del Tribunal de Cuentas de la Unión (TCU) de rechazar las cuentas del Gobierno de Dilma Rousseff en 2014, y el líder del Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB), Aécio Neves, cree que se "incendiará" el debate sobre un hipotético 'impeachment' a la presidenta.
Por primera vez la oposición cuenta con un argumento sólido para intentar iniciar un proceso de juicio político contra la mandataria, ya que podrían alegar un delito de "improbidad administrativa", aunque Neves considera que éste solo es un componente más "que agrava la delicada situación de la presidenta".
Según Neves, que justo hace un año perdió las elecciones frente a Rousseff, se anuncia "una tormenta perfecta", ya que no hay señales de mejoras en la economía, se agrava la crisis social y en su opinión cada vez son más evidentes los intentos del Gobierno de contaminar a instituciones como el TCU, el Tribuanl Supremo Federal o el Congreso Nacional.
Otros miembros de la oposición, como el senador Tasso Jereissati, también del PSDB, aún se han mostrado más taxativos y cree que ésta es "la sentencia definitiva para el Gobierno", aunque el Ejecutivo de Rousseff insiste en que la decisión tiene que ser debatida en el Congreso Nacional.
Y es que la vía para el 'impeachment' es compleja, ya que muchos juristas aseguran que este proceso solo puede abrirse cuando se detectan irregularidades en el mandato en curso, y las maniobras fiscales que ha juzgado el TCU se produjeron en el presupuesto de 2014, el último año del anterior Gobierno de Rousseff.
Además, el proceso es largo; el TCU debe llevar su parecer a la Comisión Mixta de Presupuesto, que tendrá 82 días para analizarlo; en el mejor de los casos la conclusión se conocerá a finales de diciembre o principios de enero, cuando el Congreso Nacional está cerrado por vacaciones.
Un vez el texto llegue al Congreso Nacional el presidente del Senado, Renan Calheiros (Partido del Movimiento Democrático de Brasil, PMDB) deberá colocar el tema para que sea votado por los parlamentarios, aunque esta semana ya dijo que no daría prioridad al asunto y que en todo caso se votaría a partir de 2016.