MANILA 12 Ene. (Reuters/EP) -
El programa de planificación familiar propuesto por el presidente de Filipinas, Rodrigo Duterte, que incluye el reparto gratuito de preservativos entre la población, ha sido criticado por la oposición y los líderes religiosos del país.
Duterte emitió el lunes una orden para garantizar el libre acceso a los métodos de control de natalidad, dejando de lado la sentencia del Tribunal Supremo según la cual se detenía la completa implementación de la Ley de Salud Reproductiva de 2012, que establecía un mayor acceso a los anticonceptivos.
"Aquí llega el presidente Duterte emitiendo una orden que menoscaba la intención del tribunal", ha indicado el diputado opositor Jose Atienza, que ha señalado que estudiará la directiva "palabra a palabra y frase a frase".
Duterte, que al igual que el 80 por ciento de la población es católico, ha convertido la salud reproductiva en una de sus principales prioridades, pues considera que una reducción de la natalidad podría contribuir a una mejora económica.
"Esta administración se ha comprometido a implementar estos suministros para asegurar que los filipinos tienen acceso a una planificación familiar para limitar el número de niños que quieren tener", ha manifestado la ministra de Sanidad, Paulyn Ubial.
Varios grupos de obispos han criticado lo que han descrito como unas medidas "anti-vida" y han convocado una manifestación para el próximo mes. "Cuando la sociedad abre sus puertas para recibir la anticoncepción, el aborto, el divorcio o el matrimonio entre personas del mismo sexo, establece que los problemas sólo pueden ser resueltos acabando con las relaciones y las personas", sostiene la Conferencia Episcopal filipina.