ADIS ABEBA, 8 Ago. (Reuters/EP) -
Más de 90 personas han muerto por los disparos de las fuerzas de seguridad en el marco de las protestas opositoras celebradas este fin de semana en las regiones etíopes de Oromiya y Amhara, según han informado este lunes fuentes opositoras y residentes locales.
Oromiya ha sido escenario de numerosas manifestaciones en el último año por los planes del Gobierno de confiscar terrenos agrarios. A pesar de que las autoridades etíopes recularon en enero, las protestas han continuado para que liberen a los manifestantes detenidos.
Las últimas tuvieron lugar el fin de semana en una decena de ciudades de Oromiya. Los participantes entonaron cánticos contra el Gobierno y enarbolaron banderas opositoras, en una "protesta ilegal" de "fuerzas violentas" que obligó a la intervención policial, de acuerdo con la agencia de noticias oficial, ENA.
"Hemos elaborado una lista de unos 33 manifestantes muertos a manos de las fuerzas de seguridad, entre policías y soldados", ha dicho Mulatu Gemechu, 'número dos' del partido opositor Congreso Federalista.
Gemechu ha advertido de que "el balance seguirá creciendo" porque hay 26 heridos. Además, varias personas han sido detenidas, incluidos tres miembros del Congreso Federalista.
En Amhara, los vecinos han contado a Reuters que la Policía empleó fuego real contra los manifestantes que participaban en una protesta por Wolkayt, un distrito que denuncian que ha sido incorporado ilegalmente a la vecina región de Tigray.
"Los hospitales han recibido muertos y heridos", ha dicho uno de los habitantes de Bahir Dar, indicando que al menos 60 personas han fallecido. Nigusu Tilahun, portavoz del Gobierno regional, ha fijado el balance de fallecidos en siete.
Por su parte, Amnistía Internacional, que ha calificado las muertes en Bahir Dar de "ejecuciones extrajudiciales, ha asegurado que hasta 30 personas perdieron la vida en un solo día. "Las fuerzas etíopes han usado sistemáticamente una fuerza excesiva en su erróneo intento por silenciar las voces disidentes", ha dicho Michelle Kagari, subdirectora de la ONG para África Oriental, el Cuerno de África y los Grandes Lagos.