CONAKRY, 2 Oct. (Reuters/EP) -
Los opositores al presidente de Guinea, Alpha Condé, quieren posponer las elecciones del 11 de octubre a noviembre para abordar las irregularidades que se han producido en el proceso electoral, según ha informado este viernes un líder de la oposición.
Sidya Touré, que quedó tercero en las urnas en 2010 y que es el líder del opositor partido de la Unión de Fuerzas Republicanas, ha asegurado que ha habido problemas con la distribución de tarjetas de votantes y que los electores se han repartido de forma desigual entre los centros de votación.
También ha criticado que se han registrado a menores como votantes. "Necesitamos una o dos semanas para reducir el riesgo de fraude", ha explicado Touré, quien asegura hablar en defensa de siete de los ocho candidatos presidenciales.
El Gobierno guineano hizo algunas concesiones a los partidos de la oposición en agosto, en un intento de garantizar unas elecciones pacíficas y evitar la violencia que se produjo en las anteriores.
Saramady Touré, un miembro de la Asamblea del Pueblo Guineano, la formación de Condé, ha sostenido que las preocupaciones de la oposición ya se habían abordado en el acuerdo de agosto. "Los centros de votación se han verificado de forma cuidadosa por el Comité Electoral, en el que hay dos expertos de la oposición, dos del partido mayoritario y otros dos civiles", ha aclarado.
POR CONSTITUCIÓN
El analista político y experto legal Mohamed Camara ha recordado que la Constitución de Guinea requiere que las elecciones se celebren 60 días antes de que termine el mandato del presidente y solo se permite un retraso máximo de 11 días.
"Saltarnos el plazo podría empujar al país a una situación de ilegalidad con riesgo de que se produzcan disturbios", ha explicado. Al menos seis personas murieron entre abril y mayo durante las manifestaciones antigubernamentales que criticaban el proceso electoral, según Amnistía Internacional.
Las elecciones que en 2010 llevaron a Condé al poder terminaron con dos años de brutal mandato del Ejército. El presidente parte como favorito para los comicios de 2015, a pesar de la prolongada lucha contra el ébola y del desplome de los precios de los metales.