MADRID, 8 Abr. (EUROPA PRESS) -
Los organizadores de las protestas semanales contra la reforma judicial del primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, han decidido mantener la manifestación de este sábado, aunque en un formato reducido, a pesar de los atentado de este viernes en Cisjordania y Tel Aviv, después de un cruce de bombardeos entre Israel y el movimiento islamista palestino Hamás en Gaza y el sur de Líbano.
El repunte de la violencia originado esta semana tras una irrupción de la Policía israelí en la Explanada de las Mezquitas de Jerusalén en pleno Ramadán ha puesto al Ejército israelí en estado de máxima alerta mientras el primer ministro ha activado refuerzos para proteger a la población ante la posibilidad de que se repitan ataques como el que ha dejado un turista italiano muerto en el paseo marítimo de Tel Aviv, o el ataque a tiros que costó las vidas de dos hermanas británicas-israelíes cerca de un asentamiento en Cisjordania.
Conscientes de la situación, los organizadores de las protestas han aceptado cancelar la marcha habitual que sigue a las concentraciones, comenzando por el multitudinario paseo vespertino que lleva recorriendo cada sábado la ciudad de Tel Aviv desde hace ya 14 semanas.
En una declaración recogida por el 'Times of Israel', los organizadores declaran que están "colaborando completamente" con la Policía de cara al desarrollo de la manifestación de este sábado, pero han confirmado que la concentración principal en la avenida Kaplan se mantendrá tal y como estaba previsto.
"El Gobierno está fracasando en todos los aspectos posibles", han aprovechado para lamentar los opositores a Netanyahu en el prolegómeno de esta nueva marcha contra su proyecto de reforma judicial; una que consideran un ataque al equilibrio de poderes en el país al asignar al Ejecutivo competencias inusitadas sobre la elección de los magistrados y las decisiones de los tribunales.