BEIRUT, 17 Dic. (Reuters/EP) -
La oposición siria ha elegido al ex primer ministro Riad Hijab como su representante en el proceso de paz que arrancará el próximo mes de enero con el Gobierno de Bashar al Assad para poner fin a casi cinco años de guerra, según han informado varias fuentes.
Hijab, que desertó del régimen de Al Assad en 2012, ha conseguido el respaldo de más de dos tercios de los 34 miembros que forman el consejo creado por la oposición siria que accedió a unificar sus posturas en las negociaciones de Riad.
Las fuentes consultadas por Reuters han explicado que Hijab ha sido elegido por su amplio conocimiento sobre el funcionamiento del régimen de Al Assad. "Es el candidato más apropiado por sus años de experiencia ejecutiva, en contraste con la oposición en el exilio", ha dicho una.
Sin embargo, otros miembros de la nueva coalición opositora de Siria ven con recelo a Hijab, precisamente, por sus estrechos vínculos con el Gobierno, dudando de que se desvinculara por completo del régimen hace tres años.
PROCESO DE RIAD
Los dos días de negociaciones en la capital saudí entre las distintas facciones de la oposición siria para unificar posturas de cara al acuerdo de paz acabaron con un acuerdo para reunirse con el Gobierno en enero y crear una delegación que sirva de interlocutor.
Los integrantes de la delegación serán elegidos por el consejo. Según la primera propuesta, entre los negociadores habrá 11 miembros de los grupos armados, nueve de la oposición en el exilio, seis de la oposición interna no armada y ocho independientes.
Entre los grupos armados destacan la alianza islamista Ahrar al Sham --en un principio reacia a participar en este proceso de convergencia opositora-- y el Ejército Libre Sirio, ya que son las facciones con mayores logros sobre el terreno.
ACUERDO OPOSITOR
Antes de que comience el diálogo, la oposición ha pedido a Naciones Unidas que ejerza de mediador y presione al Gobierno para que dé una serie de pasos para generar "confianza" entre las partes, como la suspensión de las penas de muerte contra disidentes, la liberación de prisioneros de guerra y el fin de los sitios.
Además, las facciones sirias han aprobado una declaración conjunta en la que abogan por una transición política que arranque sin Al Assad en el poder pero conserve las actuales instituciones del país árabe para evitar el caos, de acuerdo con Al Yazira.
El resultado debe ser un sistema político "que represente a todos los sectores del pueblo sirio", sin discriminación por razones religiosas o étnicas, en una clara alusión a la minoría alauí --a la que pertenece la familia Al Assad-- y a los kurdos.
La división en la oposición siria, así como las dificultades para definirla, ha sido uno de los principales obstáculos para que las potencias occidentales le brindaran claramente su apoyo en la lucha contra Al Assad.
Las conversaciones de paz tienen como prioridad buscar una solución política a una guerra que se aproxima a los cinco años y que amenaza con prolongarse más debido a la irrupción de la organización terrorista Estado Islámico.