La oposición sudafricana amenaza con el "fin del mundo" si se alían el ANC y la tercera fuerza del país

MADRID, 25 May. (EUROPA PRESS) -

El líder del opositor Partido Democrático (DP) de Sudáfrica, John Steenhuisen, ha amenazado a los electores con el "fin del mundo" si en los próximos comicios previstos para 2024, el gobernante Congreso Nacional Africano (ANC) pacta para asegurar la mayoría con el Luchadores por la Libertad Económica (EFF), tercera fuerza en Sudáfrica.

"Si el ANC y EFF se unen... Imagina lo aterrador que va a ser (...) Creo que es el escenario para el fin del mundo", ha elucubrado el líder opositor en los micrófonos de la BBC, en un momento en el que Sudáfrica está en una de sus peores crisis económicas de los últimos tiempos, con cortes diarios de luz.

"La pobreza se hará más profunda, el hambre aumentará, el desempleo aumentará drásticamente", ha continuado con este paisaje desolador un Steenhuisen, que tras remachar que la situación en Sudáfrica será "más febril que nunca", ha negado que esté difundiendo pretendiendo sembrar el miedo en la población.

Para Steenhuisen, estas predicciones no son más que "la verdad honesta" y ha descartado que su formación pueda llegar a algún acuerdo con el ANC, al menos, "no en su forma actual".

Está previsto que los sudafricanos acudan a las urnas en 2024, mientras, el ANC, que ha gobernado de manera ininterrumpida desde el final del régimen racista del apartheid hace casi 30 años, vive uno de sus peores momentos al frente del país, según reflejan algunas encuestas que por primera vez no le dan mayoría absoluta.

Con una tasa de empleo que supera el 30 por ciento, las consecuencias de la pandemia y la crisis alimentaria por la guerra de Ucrania se has sumado a una profunda crisis energética derivada de la deuda que arrastra la principal empresa de servicios públicos de electricidad de Sudáfrica y las pobres infraestructuras.

La situación ha llegado a tal punto, que el propio ANC ha reconocido que de seguir así, Sudáfrica podría llegar a convertirse en un Estado "fallido", según ha alertado su secretario general, Fikile Mbalula.