CARACAS, 8 Feb. (Reuters/EP) -
La oposición de Venezuela se enfrenta este jueves a una nueva encrucijada al tener que decidir si participa o no en las elecciones presidenciales convocadas para el 22 de abril, vistas por críticos dentro y fuera del país como un proceso carente de transparencia.
El Consejo Nacional Electoral (CNE) anunció la noche del miércoles la fecha elegida para la cita con las urnas, cumpliendo así con la petición de la Asamblea Nacional Constituyente (ANC), dominada por el chavismo, que había pedido adelantar la votación y que ésta tuviera lugar antes del 30 de abril.
Fracturada y con sus principales dirigentes inhabilitados --por decisiones judiciales y administrativas-- para presentarse a cualquier cargo de elección popular, la oposición deberá anunciar si irá a las urnas o se mantendrá al margen, como ha hecho en el pasado, pero sólo en elecciones regionales.
La decisión se debatirá la tarde del jueves, ha indicado el dirigente opositor Julio Borges. "Estamos hablando ... de horas para que nosotros podamos responderle al país", ha añadido Borges en una entrevista radiofónica.
Borges ha sostenido que el Gobierno "está muy, muy débil" y ha considerado que el presidente, Nicolás Maduro, que ya ha anunciado que será candidato a la reelección, se olvida de la figura del fallecido mandatario Hugo Chávez.
El anuncio del CNE, visto por la oposición como un apéndice del Gobierno, se produjo poco después de que naufragaran las negociaciones en República Dominicana entre el Gobierno venezolano y la oposición para buscar salidas a la crisis política que vive la nación petrolera.
Una de las principales trabas en los diálogos realizados desde diciembre en la cancillería dominicana, de acuerdo con portavoces de la oposición, han sido las demandas opositoras de renovar la directiva del CNE y el registro de electores, así como tener observación internacional.
La oposición también demanda que se retiren todas las restricciones a sus principales figuras, como Leopoldo López, Henrique Capriles y Antonio Ledezma, entre otros.
Maduro, un exconductor de autobús de 54 años, ha dicho que con oposición o sin ella, se medirá en las urnas y ha pedido a sus seguidores conseguir al menos 10 millones de votos. "Hemos pasado años duros, pero los años que están por venir van a ser los mejores de la historia de Venezuela", ha escrito en su cuenta de Twitter.