MADRID, 16 Ene. (EUROPA PRESS) -
La Mesa de Unidad Democrática (MUD) ha negado que miembros de la delegación que participa en el diálogo con el Gobierno de Nicolás Maduro para resolver la crisis política y económica que sufre Venezuela delatara al policía rebelde Óscar Pérez, tal y como ha asegurado este martes el ministro de Interior, Néstor Reverol, al que la coalición opositora ha acusado de "enlodar" las conversaciones de Santo Domingo.
Pérez era uno de los hombres más buscados de Venezuela desde que el pasado 27 de junio robó un helicóptero de la Policía y atacó con él el Tribunal Supremo de Justicia y el Ministerio de Interior. El lunes fue localizado junto a su "banda" en la localidad caraqueña de El Junquito. Los agentes les rodearon durante horas hasta que finalmente intervinieron. Ocho personas murieron, incluidos Pérez y dos uniformados, y otras seis han sido detenidas.
Reverol, que ha comparecido este martes para dar detalles de este polémico operativo, ha asegurado que las fuerzas de seguridad dieron con el paradero de Pérez gracias a la información proporcionada por "algunos dirigentes políticos en el marco del diálogo por la paz".
El diputado Enrique Márquez, que forma parte del equipo negociador de la MUD, ha negado que la coalición opositora filtrara tales datos al Gobierno, entre otras cosas --ha defendido-- porque no tenían relación con Pérez. No obstante, ha expresado el rechazo de la MUD a lo que considera un "asesinato".
Márquez ha reprochado además al Gobierno "la cobardía de pretender enlodar las conversaciones" que se retomaron el pasado 1 de diciembre, después de varios intentos fallidos, para zanjar la crisis venezolana. "Las pone en tela de juicio", ha afirmado, según recoge el diario local 'El Universal'.
Las partes se reunieron la semana pasada en Santo Domingo, sede del diálogo, para intentar alcanzar un "acuerdo definitivo" que se les escapó diciembre, pero tampoco lo lograron y se han citado para el próximo 18 de enero con el mismo objetivo.
El principal objetivo de estas negociaciones es pactar las condiciones en las que deben celebrarse las elecciones presidenciales previstas para este año para que sean "creíbles", según ha señalado la coalición opositora, que confía en que supongan la salida de Nicolás Maduro de la Presidencia.
La MUD también pretende persuadir al Gobierno de que libere a los más de 300 presos políticos que denuncia que hay en Venezuela y que acepte crear un corredor humanitario para que la ayuda internacional llegue a las zonas más afectadas por la falta de comida y medicamentos, entre otros productos de primera necesidad.
La Asamblea Constituyente, en manos del 'chavismo', ha anunciado recientemente la excarcelación de más de 80 opositores, algo que los mediadores y acompañantes han aplaudido. Sin embargo, Maduro se resiste a reconocer la existencia de una "crisis humanitaria".