Ramos Allup defiende la retirada de la imagen de Chávez para poner fin a un "abuso"
CARACAS, 7 Ene. (EUROPA PRESS) -
El nuevo presidente de la Asamblea Nacional venezolana, Henry Ramos Allup, ha negado que haya cometido desacato por permitir la toma de posesión de tres diputados impugnados por el Tribunal Supremo y ha advertido de que defenderá los "derechos constitucionales" al margen de cualquier otro "poder".
El Supremo admitió el 30 de diciembre los recursos interpuestos para impugnar los resultados de los comicios parlamentarios del pasado 6 de diciembre en circunscripciones de los estados Amazonas, Yaracuy y Aragua, además del representante indígena de la región sur.
Pese al dictamen del máximo organismo judicial, los diputados electos Julio Ygarza, Nirma Guarulla y Romel Guzamana --todos ellos opositores-- juraron su cargo el miércoles, lo que llevó a voces 'chavistas' como la de Diosdado Cabello a acusar a la Mesa de la Unidad Democrática (MUD) de "desacato".
"No se puede considerar en desacato a quienes califican a sus propios miembros", ha argumentado este jueves Ramos Allup, líder de un histórico cambio en el Parlamento unicameral. En este sentido, ha recordado que los diputados, al igual que el jefe de Estado, son elegidos mediante sufragio popular.
"Para ejercer nuestros derechos constitucionales no pasamos por el tamiz de ningún otro poder", ha destacado, según informan los medios venezolanos.
Cabello ha amenazado con proponer que las leyes no sean publicadas en la Gaceta Nacional si la Asamblea Nacional incurre en irregularidades, un planteamiento que Ramos Allup ha considerado vano. El nuevo presidente de la Asamblea ha apuntado que las leyes "tienen la misma fuerza" independientemente de que sean o no publicadas en el boletín oficial.
CUADROS DE CHÁVEZ
Otra de las medidas polémicas tras el cambio parlamentario tiene que ver con la retirada de las imágenes de Hugo Chávez. El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, considera que el difunto mandatario fue expulsado "casi a patadas" y ha llamado a la población a "rebelarse contra la ilegalidad".
Ramos Allup, sin embargo, ha querido dejar claro que no hubo ningún "lenguaje peyorativo" hacia nadie, sino simplemente el final de lo que consideraba un "abuso". Ha advertido de que, mientras él esté al frente de la cámara, sólo estará el retrato del libertador Simón Bolívar.