BRUSELAS 8 Oct. (EUROPA PRESS) -
El primer ministro húngaro, Viktor Orbán, ha señalado este martes que sigue en pie la amenaza de mandar migrantes en autobuses a Bruselas, en respuesta al acuerdo migratorio que Budapest denuncia como una imposición de la Comisión Europea y que fue aprobado a finales de 2023 sin el apoyo de Hungría, que insiste en una cláusula de exclusión para no tener que aplicarlo.
En rueda de prensa desde Estrasburgo, donde presentará ante el Parlamento Europeo las prioridades de la presidencia húngara del Consejo este miércoles, el dirigente húngaro ha evitado concretar los planes para mandar migrantes a Bélgica aunque ha indicado que sucederá "a su debido tiempo y no dentro de mucho".
"Vamos a respetar la ley europea, pero si alguien que tiene asilo en Hungría quiere venir a Bruselas le dejaremos", ha avisado. El pulso entre Bruselas y Budapest por la política migratoria común ha sido una constante en estos últimos meses y Hungría ha lanzado al idea de fletar autobuses con migrantes a la capital belga "si sigue castigando" al país "por defender las fronteras de la UE".
Así las cosas, el líder magiar ha centrado gran parte de su larga rueda de prensa en la cuestión del pacto migratorio, cargando contra este acuerdo y contra la sentencia del Tribunal de Justicia de la UE que multó a Budapest por prolongadas restricciones al derecho de asilo.
Orbán ha confesado que intenta "resistirse" a las políticas de la UE y las sentencias del TJUE respecto a la migración pero "hay que encontrar una salida". "No veo más compromisos o salidas que una exclusión de la política migratoria", ha ahondado para celebrar que también Países Bajos haya pedido esta concesión que, sin embargo, necesitaría de un cambio en los tratados.
A su juicio, la política migratoria común tiene que tener estas posibilidades para los Estados miembros que no la puedan seguir porque sino "se destruirá la UE" y ha reiterado la idea de que más allá de paquetes migratorios la migración a la UE solo se puede parar con "controles".
Así se ha declarado favorable a que la UE establezca centros para migrantes en terceros países, en los que se gestione la situación de aquellos migrantes que puedan ingresar a la UE. "Esta es la única posibilidad", ha defendido, apuntando que la migración ilegal se acabará si solo se permite a los migrantes entrar en la UE con un permiso previo.