MADRID, 1 Jul. (EUROPA PRESS) -
El Centro de Ayuda y Socorro Humanitario del rey Salmán (KSrelief) de Arabia Saudí ha firmado un acuerdo de colaboración con el Programa Mundial de Alimentos (PMA) para proporcionar ayuda alimentaria y evitar la hambruna en Yemen.
Según ha detallado KSrelief a través de su cuenta en la red social Twitter, el acuerdo busca alcanzar "a todas las personas que sea posible" que ya sufren inseguridad alimentaria. En total, la organización destinará 60 millones de dólares (más de 50,5 millones de euros) en seis meses, que beneficiarán a unos 4,9 millones de personas.
El PMA ha agradecido la contribución, firmada por su director ejecutivo, David Beasley, y el supervisor general de KSrelief, Abdulá al Rabeeá, en los márgenes de la reunión de los ministros de Desarrollo del G20 en Brindisi, Italia. Llega cuando el PMA lucha para mantener sus operaciones en Yemen, donde el conflicto, la crisis económica y el impacto de la COVID-19 hace la vida más difícil a millones de personas.
"Estamos viendo actualmente un alarmante deterioro de la situación de seguridad alimentaria en Yemen que va más allá de niveles vistos anteriormente, con cinco millones de personas a solo un paso de la hambruna", ha señalado Beasley, que ha agregado que, sin la contribución de KSrelief, las operaciones del PMA en Yemen no podrían sustentarse.
El organismo dependiente de Naciones Unidas ha detallado que con la ayuda proveniente de Arabia Saudí podrá cerrar brechas "críticas" de su programa de asistencia humanitaria, que presta ayuda a cerca de 13 millones de personas, durante los próximos meses. El PMA podrá procurar a estas personas cereales, harina de trigo y aceite vegetal, elementos básicos de la cesta mensual de alimentos que se entrega a las familias.
Unas 50.000 personas viven en condiciones similares a la hambruna en Yemen, la primera vez que se identifica este nivel en dos años. Se prevé que mas de 16,2 millones de personas vivan en niveles de inseguridad alimentaria para mediados de 2021.
La guerra en Yemen enfrenta al Gobierno reconocido internacionalmente, encabezado por Abdo Rabbu Mansur Hadi y apoyado por una coalición internacional liderada por Arabia Saudí, y a los huthis, respaldados por Irán.
Los rebeldes controlan la capital, Saná, y otras zonas del norte y el oeste del país. El conflicto ha sufrido un recrudecimiento en varios frentes durante los últimos meses, pese a los esfuerzos internacionales de mediación, en una guerra que ha provocado la que es la mayor crisis humanitaria mundial.