Madrid, 19 Sep. (EUROPA PRESS) -
La religión del Islam tiene casi 1.400 años de historia y es la segunda mayor religión del mundo por número de fieles, con más de 1.300 millones de personas, pero está divida en dos grandes fracciones desde la muerte del profeta Mahoma: suníes y chiíes.
El sunismo es la gran corriente actual entre los musulmanes, presente en países como Arabia Saudita (su principal bastión), Siria (donde son mayoría aunque no gobiernan), Omán, el oeste de África o el este de Asia. Los chiíes por su parte están asentados en Irán (el otro gran bastión), Irak, Bahréin o el Líbano.
Sus diferencias les han llevado en numerosas ocasiones a enfrentamientos directos, con Siria como el ejemplo más reciente, en donde se han enfrentado facciones como Hezbolá (chií) o países como Arabia Saudita (suní). A pesar de su origen común, y de que muchas de sus creencias son similares (todos creen en Alá y Mahoma), sus diferencias siempre terminan por mantener las distancias.
MAHOMA
En el año 632 murió el profeta Mahoma y entre sus seguidores surgieron discrepancias sobre quién debía ser su sucesor. Los fieles se dividieron en tres corrientes: la primera (chiíes) optó por el yerno y primo de Mahoma (Alí), quien, según sus seguidores, el propio Mahoma había designado como sucesor. Además, el hecho de que fuese pariente del profeta era un requisito indispensable para los chiíes.
La otra corriente (suníes) se decantó por Abu-Bakr, suegro de Mahoma, mercader de La Meca y miembro de la tribu de Quraish. Abu-Bakr se convirtió en el primer Califa y como tal aplacó revueltas, expandió su imperio (sobre todo en Irak) y realizó la primera compilación del Corán, pues hasta entonces se recitaba de forma oral. Abu-Bakr murió en el 634 y nombró como segundo califa a Umar ibn al-Jattab, quien fue ratificado por la comunidad.
La tercera, los jariyíes, creían que cualquier musulmán podía ser califa, y aunque al principio apoyaron a Alí, terminaron por escindirse y pelear por sus creencias. En la actualidad en una rama con pocos seguidores si la comparamos con las dos principales.
A partir de aquí las diferencias se fueron agrandando con los años, y las versiones comenzaron a variar según la rama que narrase los hechos.
CHIÍES
Los chiitas consideran a Alí como el primer Imán. Alí tardó 30 años en alcanzar el poder (tras los califatos de Abu-Bakr, Umar y Otman) y gobernó durante cinco años, hasta que fue derrotado y asesinado en la batalla de Siffin. Sus hijos y sucesores, Hasan y Husein, murieron poco después. Desde entonces los chiíes fueron perseguidos y los suníes se hicieron cada vez más poderosos, hasta que en el siglo XVI el Sha de Persia declaró el chiismo como religión oficial en su país, y éste recobró parte de su poder.
Para los chiitas, los imanes son descendientes de los hijos de Alí y jefes supremos de la comunidad chií. La mayoría de los chiíes todavía espera la llegada del último imán, llamado Ismael (Ismael ibn Ya'far). Según los chiitas, Ismael desapareció en el siglo XIX por medios sobrenaturales y se escondió hasta el fin del mundo, cuando regresará para rescatar a todos sus fieles del infierno. Dentro del chiísmo también existen los Ayatolás, que son las máximas autoridades religiosas.
SUNITAS
Los sunitas por su parte sí que reconocen a Alí como el cuarto califa, tras los treinta años de reinado de Abu-Bakr, Umar y Otman, pero no le otorgan ninguna condición divina especial como hacen los chiíes. Con la muerte de Alí, el poder del califato creció de forma exponencial. Mu'awiya, de origen Omeya, se alzó como el nuevo califa y expandió tanto su poder como su dinastía, que llegó hasta Europa. Los Omeyas fueron los creadores de Al-Andalus (711-1492).
El nombre de sunita proviene de la Sunna, que significa "código de conducta", y consiste en los preceptos que todo musulmán debe seguir en el día a día basados en la vida del profeta. Para los sunitas los ulemas (teólogos y eruditos) son los encargados de interpretar el Corán y la sharía, pero no poseen el mismo rango político ni religioso que para los chiitas.
OTRAS DISCREPANCIAS
Otra de las polémicas que rodean las diferencias entre las dos principales ramas del islam reside en el nacimiento de Mahoma. Se cree que nació hacia el 570 (la fecha no está muy clara) en Medina, pero hay chiíes que mantienen que su nacimiento se produjo en Persia (actual Irán, bastión chií).