MADRID, 8 (EUROPA PRESS)
El Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) del presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, se ha hecho con cerca del 75 por ciento de los votos en las elecciones generales celebradas el domingo, según los primeros datos oficiales facilitados este lunes por el Consejo Supremo Electoral (CSE).
La presidenta del organismo, Brenda Rocha, ha indicado en rueda de prensa que el FSLN marcha en cabeza con el 74,99 por ciento de los apoyos, mientras que el Partido Liberal Constitucionalista (PLC) se ha hecho con el 14,4 por ciento de las papeletas, según datos correspondientes al 49,25 por ciento del recuento.
Por detrás figuran Camino Cristiano Nicaragüense, con un 3,44 por ciento de los votos; la Alianza Liberal Nicaragüense, con un 3,27 por ciento; Alianza por la República, con un 2,2 por ciento, y el Partido Liberal Independiente (PLI), con un 1,7 por ciento.
"Esto es de las actas que tenemos hasta ahorita en lo que respecta a lo que es la elección para presidente y vicepresidente. Esperamos contar para el día de mañana ya con las juntas escrutadas de los votos escrutados que tienen que ver con la elección de diputados nacionales, departamentales y al Parlacen", ha dicho Rocha.
La presidenta del CSE ha indicado que la participación gira en torno al 65 por ciento, al tiempo que ha incidido en que "se ha culminado con éxito un ejercicio cívico en el que la voluntad de la ciudadanía fue expresada en las urnas de manera transparente, democrática y en paz".
La tasa de participación facilitada por Rocha contrasta con la publicada por el observatorio ciudadano Urnas Abiertas, que ha indicado que las elecciones han contado con una abstención "entre el 79 por ciento, como mínimo, y el 84 por ciento, como máximo, con un promedio nacional del 81,5 por ciento de abstencionismo".
Según las informaciones del diario nicaragüense 'La Prensa', el proceso estuvo marcado por la poca afluencia de votantes y el traslado de funcionarios a los colegios electorales para que depositaran su papeleta.
Así, ha resaltado que varios funcionarios han indicado que fueron orientados" a mostrar su dedo con tinta en señal de que ya habían votado y a estar "activos" en redes sociales, bajo amenaza de perder su puesto de trabajo.
Ortega figuraba como gran favorito a hacerse con la victoria en los comicios, después de que varios activistas hayan denunciado una oleada de detenciones arbitrarias contra voces críticas, entre ellos siete precandidatos presidenciales, así como periodistas, abogados defensores, líderes estudiantiles y campesinos.
De hecho, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) denunció durante la votación "información sobre allanamientos, detenciones arbitrarias, hostigamiento y restricciones a la prensa" e instó al Gobierno a "cesar la represión contra líderes y lideresas de oposición, y defensoras y defensores" de los Derechos Humanos.
En este sentido, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, ha tildado en las últimas horas el proceso electoral de "farsa". "Lo que el presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, y su esposa, la vicepresidenta Rosario Murillo, han orquestado ha sido una pantomima electoral ni libre, ni justa, ni mucho menos democrática", ha dicho.
Biden ha insinuado además que prepara sanciones contra las autoridades de Nicaragua al asegurar que hasta que no se "restituya la democracia" y se libere a los "injustamente detenidos", el país norteamericano, en coordinación con sus aliados, "usará todas las herramientas diplomáticas y económicas a su disposición para apoyar al pueblo de Nicaragua y hacer responsable al Gobierno" de Ortega.
CRÍTICAS DE RUSIA A WASHINGTON
Por su parte, el ministro de Exteriores de Rusia, Sergei Lavrov, ha tildado este lunes de "inaceptable" la decisión de Estados Unidos de no reconocer los resultados de las elecciones, tal y como ha recogido la agencia rusa de noticias Sputnik.
"La Casa Blanca, nada más concluir, las elecciones declaró que no las reconocía y llamó a otros países a seguirle. Creemos que esto es inaceptable y condenamos enérgicamente esa política", ha dicho Lavrov tras una reunión en Moscú con su homólogo venezolano, Félix Plasencia.
Asimismo, ha denunciado que Washington lanzó una campaña a nivel internacional para rechazar los resultados antes de la votación y ha agregado que "los preparativos de las elecciones y el propio proceso se llevaron a cabo en medio de una presión sin precedentes contra las autoridades nicaragüenses".
En este sentido, Lavrov ha destacado que los observadores rusos enviados a Nicaragua han confirmado que los comicios han cumplido con la legislación local y ha reiterado su denuncia sobre la injerencia internacional en los asuntos internos del país centroamericano.
"En ese sentido, quisiera recordar que una nueva aventura de las denominadas 'revoluciones de colores' para cambiar al Gobierno, esta vez en Nicaragua, difícilmente aportarán estabilidad y prosperidad a esta región", ha zanjado el ministro de Exteriores ruso.