MADRID, 22 Sep. (EUROPA PRESS) -
La Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE) ha anunciado este jueves que enviará a unos 100 observadores a las elecciones convocadas por la Comisión Electoral Central de Bosnia y Herzegovina para el próximo 2 de octubre.
"Esperamos trabajar en estrecha colaboración con nuestros socios de larga data y prestar nuestra contribución", ha explicado el vicepresidente de la Asamblea Parlamentaria de la OSCE y representante para asuntos del Mediterráneo, Pascal Allizard, en un comunicado remitido por la organización.
Allizard, quien se desempeñará como coordinador especial y líder de la misión de observación de la OSCE a corto plazo, ha destacado que "la gran escala" de la iniciativa es "una clara señal del gran interés de la comunidad internacional en el desarrollo democrático y el proceso de reforma en Bosnia y Herzegovina".
Por su parte, la vicepresidenta de Asamblea Parlamentaria de la OSCE y representante para la lucha contra la corrupción, Irene Charalambides, ha precisado que buscarán dar "una mirada justa e imparcial al proceso".
"Esperamos observar una elección competitiva la próxima semana, en línea con los estándares internacionales", ha dicho, agregando que los comicios son "una oportunidad importante para que Bosnia y Herzegovina demuestre un claro compromiso con los procesos democráticos".
Los líderes de la misión, que colaborarán de cerca con miembros de la Oficina de Instituciones Democráticas y Derechos Humanos de la OSCE, la Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa, el Parlamento Europeo y la Asamblea Parlamentaria de la Organización del Tratado del Atlántico Norte, entregarán sus conclusiones el 3 de octubre.
Bosnia atraviesa su peor crisis desde 1995, asunto que ha sido tratado en las últimas sesiones de la OTAN, cuyo secretario general, Jens Stoltenberg, ya recalcó el apoyo de la Alianza Atlántica a la soberanía e integridad territorial de Bosnia y Herzegovina, recordando su presencia desde finales de la década de los 90 y el trabajo estrecho con la UE para garantizar la estabilidad del país.
En los últimos meses las graves divisiones étnicas han provocado un bloqueo institucional en Bosnia y Herzegovina, que amenaza con la desintegración del país. La parálisis responde a la disputa sobre la tipificación de negar el genocidio y los crímenes de guerra cometidos y glorificar a criminales de guerra, una práctica al alza en los últimos años por parte de mandatarios serbobosnios.
Todo en un contexto de tensión institucional con el líder serbosnio Milorad Dodik manifiestamente a favor de retirar a la República Srpska de las fuerzas unificadas, alimentando el miedo a una posible escisión interna. A ello se le añaden las peticiones de la minoría bosniocroata, que insiste en una reforma electoral para poder aumentar su presencia en las instituciones nacionales.
La República Srpska es una de las dos entidades que conforman Bosnia y Herzegovina, junto con la Federación bosniaco-croata. Por encima de las dos entidades se sitúa un Gobierno central bosnio con pocas competencias, liderado por una Presidencia tripartita con representantes serbobosnios, musulmanes bosnios (bosniacos) y bosniocroatas.