Archivo - Mark Rutte, secretario general de la OTAN - Europa Press/Contacto/Attila Husejnow - Archivo
BRUSELAS, 14 (EUROPA PRESS)
La OTAN lanzará una nueva operación de vigilancia naval en el mar Báltico para aumentar la presencia militar y disuadir cualquier ataque en esta zona, escenario de recientes incidentes con cables submarinos, una actividad militar que contará con la implicación de fragatas, aeronaves de patrullaje aéreo, satélites submarinos y drones de vigilancia, ha anunciado este lunes el secretario general de la OTAN, Mark Rutte.
En rueda de prensa desde Helsinki tras la cumbre celebrada entre los aliados nórdicos y bálticos de la OTAN, Rutte ha explicado que la nueva misión es parte de los esfuerzos de la organización para mejorar su presencia marítima, vigilar infraestructuras clave para su seguridad y prevenir cualquier actividad de desestabilización en el Báltico, una región que desde hace años cuenta con misiones de patrullaje aéreo de la OTAN pero que desde la invasión rusa de Ucrania ha registrado un incremento de las tensiones con el sabotaje al gasoducto Nord Stream, los daños a cables de telecomunicaciones o la actividad de la 'flota en la sombra' con la que Rusia trata de eludir las sanciones europeas.
"Implicará una serie de recursos, incluyendo fragatas y aviones de patrullaje marítima entre otros", ha especificado sobre la nueva operación, para añadir poco después que la OTAN también usará satélites submarinos y desplegará "una pequeña flota de drones navales" para aumentar la vigilancia y la disuasión en el mar Báltico.
Rutte ha evitado desvelar el número exacto de medios que desplegarán los aliados, aunque ha subrayado que esta misión la OTAN implicará más buques, medios aéreos y, por primera vez, el uso de drones. "Lo que importa es que emplearemos los medios militares correctos en los lugares y momentos adecuados para disuadir una futura acción desestabilizadora. Usaremos toda la gama de opciones que tenemos en la alianza", ha enfatizado en declaraciones tras la cita organizada por Finlandia, con el presidente finlandés, Alexander Stubb, y el primer ministro estonio, Kristen Michal, como coorganizadores,
El ex primer ministro neerlandés ha incidido en todo caso en que la nueva iniciativa 'Baltic Sentry' se centrará en proteger infraestructuras submarinas críticas y viene a redoblar los esfuerzos de la alianza militar en el Báltico, una zona donde ya realiza tareas de policía aérea desde 2004, que reforzó en 2014 con la anexión rusa de la península de Crimea. A su juicio, con esta decisión la OTAN demuestra que tiene capacidad de evaluar la situación de seguridad y de adoptar las medidas necesarias para responder a actividades de sabotajes y ataques en el mar interior en el norte de Europa.
Ante la sombra de Rusia en los actos de sabotaje en el Báltico, el presidente finlandés ha insistido en que "no importa tanto" quien está detrás de estas acciones sino "las consecuencias" que tiene en las sociedades de estos países los daños provocados a las infraestructuras críticas. Si bien, en referencia a Moscú, Stubb ha recalcado que los países del este de la OTAN "lidian con un país que combina incompetencia con indiferencia" por lo que estos socios tienen que "estar siempre un paso por delante". "Algunas veces tendremos éxito, pero en otros casos no estaremos un paso por delante y en esas ocasiones tendremos que extraer lecciones", ha apuntado.
Además de la misión confirmada por la OTAN, Stubb ha anunciado una batería de medidas para elevar la cooperación entre los países bálticos y nórdicos con el objetivo de fortalecer la vigilancia a la 'flota en la sombra'. En este sentido, ha apuntado a un memorando de entendimiento sobre infraestructuras críticas en el Báltico, además de anunciar un grupo de expertos nacionales para estudiar medidas para controlar la actividad naval en la región, en el marco del derecho a la libre navegación.
La cita organizada por Finlandia este martes ha contado con la participación de la primera ministra danesa, Mette Frederiksen, el canciller alemán, Olaf Scholz, el presidente de Letonia, Edgars Rinkevics, el presidente de Lituania, Gitanas Nauseda, y el primer ministro polaco, Donald Tusk, además de su homólogo sueco, Ulf Kristersson, y la vicepresidenta de la Comisión Europea, Henna Virkkunen.