BRUSELAS 6 Oct. (EUROPA PRESS) -
La OTAN ha confirmado que los cazas rusos que se llegaron a aproximar hasta el Mar Cantábrico, cerca de Bilbao, el pasado 22 de septiembre, en ningún momento invadieron el espacio aéreo europeo pero ha criticado que no contactaran con los controladores aéreos civiles ni adelantaran su plan de vuelo.
"Los TU 160 permanecieron en el espacio aéreo internacional en todo momento. No obstante, no estuvieron en contacto con los controladores de tráfico aéreo civil y no remitieron un plan de vuelo", ha confirmado a Europa Press una fuente oficial de la Alianza Atlántica.
Varios cazas de la Fuerza Aérea rusa "fueron detectados al noreste de la costa noruega" el pasado 22 de septiembre, "volaron a lo largo de la costa noruega, continuaron hacia el oeste de las islas británicas y la costa atlántica francesa hasta el golfo de Vizcaya antes de regresar".
Aviones de Noruega, Francia y Reino Unido, además de España, "identificaron visualmente a los aviones de la Fuerza Aérea rusa como bombarderos estratégicos TU-160" y los escoltaron hasta que estos emprendieron regreso.
Según el Ministerio de Defensa español, los dos F-18 no estuvieron en ningún momento a menos de diez millas de los aviones rusos y una vez que éstos se alejaron de territorio español en dirección al norte, dos 'Rafale' franceses continuaron con las labores de seguimiento.
Aunque los bombarderos rusos no invadieron el espacio aéreo español en ningún momento, los F-18 que les interceptaron tenían como misión escoltarles y hacerles saber que estaban próximos a territorio OTAN.
La OTAN no ha querido aclarar si ha pedido explicaciones por el nuevo incidente a las autoridades rusas, ya sea a nivel político o militar. "La OTAN aborda regularmente cuestiones sobre la reducción del riesgo y la transparencia en su diálogo con Rusia. Esto incluye las cuestiones relacionadas con la seguridad aérea", ha explicado la fuente aliada.
La OTAN y Rusia se han venido acusando mutuamente de que sus aviones de combate no llevan los transpondedores encendidos --lo que les evita ser detectados--, algo que en el caso de los aviones aliados sólo ocurre "ocasionalmente" cuando están en misiones "nacionales" y no cuando vuelan en el marco de la misión de la Policía Aérea en el Mar Báltico, según fuentes aliadas.
Las incursiones aéreas rusas en la zona del Mar Báltico han aumentado de forma notable a raíz de la guerra en Ucrania.