BRUSELAS 14 Feb. (EUROPA PRESS) -
Los ministros de Defensa de la OTAN se reúnen este jueves en Bruselas con el foco puesto en el apoyo a Ucrania y en el gasto en Defensa de los aliados, en una cita marcada por los comentarios del expresidente estadounidense y aspirante republicano, Donald Trump, de que permitirá a Rusia atacar a aliados que no cumplan sus compromisos con la OTAN.
Ante el inminente segundo aniversario de la agresión rusa a Ucrania, la OTAN vuelve centrar el debate en el apoyo sostenido a Kiev en pleno bloqueo en el Congreso de la ayuda estadounidense. Esto genera incertidumbre entre aliados, que piden seguir los pasos de la Unión Europea y garantizar la asistencia a largo plazo a Ucrania.
La guerra en Ucrania ha entrado en una fase de estancamiento y en la OTAN cunde la idea de que no acabará en 2024 y se prolongará como un conflicto a largo plazo, explican fuentes aliadas, situación en el que se hace más necesaria dar certezas a Kiev.
Desde Estados Unidos insisten en mandar mensajes de que el apoyo a Ucrania se proyectará en el tiempo. "La única respuesta posible es mantener la unidad de la OTAN, seguir invirtiendo en nuestra seguridad y nuestra capacidad de recuperación y, lo que es más importante, seguir ayudando a nuestros amigos de Ucrania", afirmó en declaraciones antes de la reunión la embajadora estadounidense ante la OTAN, Julianne Smith.
Por su lado, los aliados europeos consideran que llegan con los deberes hechos, una vez la UE ha aprobado a ayuda de 50.000 millones hasta 2027, por lo que piden que Washington "mande un mensaje claro" a Ucrania, como ha asegurado el ministro de Exteriores estonio, Hanno Pevkur, quien ha asegurado que Kiev se encuentra en una "fase crítica" en la que está en juego "si gana o pierde la guerra", por lo que los aliados de la OTAN "no pueden permitirse el lujo" de transmitir dudas.
RESPUESTA ANTE LOS ATAQUES DE TRUMP
Igualmente, los ministros aliados tratarán la cuestión del gasto en Defensa, en una revisión que llega cuando se cumple una década del compromiso establecido en la cumbre de Gales de fijar 2% del PIB como umbral de la inversión militar. La OTAN prevé que este año 18 de sus países miembros alcancen el listón del 2% del PIB en Defensa, incluyendo Alemania, una evolución que el secretario general aliado, Jens Stoltenberg, ha usado como ejemplo para ilustrar el compromiso de los socios europeos con la OTAN.
El aumento en el gasto militar representa un hito la alianza, ya que hasta ahora solo 11 aliados alcanzaban esa meta. Los líderes de la OTAN se comprometieron el pasado verano en la cumbre celebrada en Lituania a invertir como mínimo el 2 por ciento de su PIB en gasto militar, al tiempo que reconocieron que será necesario ir más allá de este listón ante las necesidades que genera el nuevo entorno de seguridad en relación con la invasión rusa de Ucrania.
Las palabras de Stoltenberg llegan en plenas polémica por las palabras de Trump por la falta de gasto militar de los aliados europeos, tras sugerir en un mitin en Carolina del Sur que Washington no defendería a los socios de la OTAN que no cumplan sus compromisos de Defensa y que permitiría a Rusia hacer lo que quiera.
Los comentarios del expresidente estadounidense han hecho saltar las alarmas tanto en la OTAN por las implicaciones que tienen respecto a la cláusula de defensa mutua consagrada en el artículo 5 del Tratado del Atlántico Norte y que supone la piedra angular de la alianza
Frente a las declaraciones de Trump, Stoltenberg ha insistido en que cualquier idea sobre que los aliados no se defenderán unos a otros "socava la seguridad de todos". "No debemos dejar lugar a errores de cálculo ni a malentendidos en Moscú, sobre nuestra disposición y nuestro compromiso para proteger a nuestros aliados", ha avisado el ex primer ministro noruego.
También antes del encuentro con sus homólogos de la OTAN, el ministro canadiense de Defensa, Bill Blair, ha asegurado que hay que juzgar a Estados Unidos por su "historial como socio firme". "No podemos distraernos sobre la responsabilidad colectiva de la alianza", ha dicho, tras reavivarse el debate sobre las implicaciones que tendría en el lazo trasatlántico el regreso de Trump a la Casa Blanca.