KABUL, 23 Feb. (Reuters/EP) -
La OTAN ha abogado este lunes por un papel más ofensivo por parte de los soldados afganos, argumentando que en la actualidad están demasiado centrados en operaciones defensivas ante los ataques de los talibán.
"Tienen demasiados soldados en los puestos de control", ha dicho el portavoz de la misión de entrenamiento conocida como 'Apoyo Decidido', Wilson Shoffner. "Hay un antiguo dicho militar que señala que si defiendes en todas partes no defiendes en ninguna, y esto es bastante cierto (para las fuerzas afganas)", ha agregado.
En la última semana, varias unidades del Ejército desplegadas en la provincia de Helmand (sur) han abandonado sus puestos en las zonas en disputa, una decisión que las autoridades han valorado como un gesto para consolidar sus fuerzas.
"Hemos decidido retirar a nuestras tropas de su papel defensivo y prepararlas para un papel agresivo en el próximo año", ha dicho Murad Alí Murad, comandante de las Fuerzas de Tierra del Ejército afgano.
"Las estamos entrenando y entregando mejor equipamiento para prepararlas para la ofensiva de primavera (por parte de los talibán)", ha agregado. Pese a ello, existen numerosos problemas para las fuerzas afganas, entre ellos temas logísticos y políticos.
En este sentido, el propio Shoffner ha señalado que los líderes locales "quieren tantos puestos de control como sea posible alrededor de sus ciudades". "A menudo tenemos conflictos entre el Ejército, que quiere reducirlos, y los líderes (locales), que los quieren", ha añadido.
Helmand, un importante centro de producción de opio en el que miles de soldados estadounidenses y británicos lucharon por someter a los talibán, lleva meses alejándose del control del Gobierno a medida que los insurgentes avanzan en las zonas rurales.
Los últimos pasos dejan a las fuerzas de seguridad en una situación delicada en la localidad de Sangin, al norte de la Autovía Uno, así como en otras localidades y distritos más incluidos Gereshk, que se encuentra en la autovía, y Marjah, próxima a Lashkargah.
No obstante, las sorpresivas retiradas dejan a los talibán listos para avanzar hacia el cercano distrito de Kajaki, donde se encuentra una gran presa hidroeléctrica construida con millones de dólares de la cooperación estadounidense en el marco de los planes para dotar a Helmand y la vecina Kandahar de electricidad.
Unidades de las Fuerzas Especiales estadounidenses han estado en la región para ayudar a entrenar al Ejército afgano y recientemente se envió a cientos de soldados estadounidenses más para reforzar la seguridad para la misión de entrenamiento.