Un residente de Bucha explica cómo fue destruida su casa. - Daniel Ceng Shou-Yi/ZUMA Press W / DPA
BRUSELAS, 5 Abr. (EUROPA PRESS) -
Los ministros de Exteriores de la OTAN abordarán este miércoles la situación en Ucrania, en la primera reunión de los aliados desde que se conoció la masacre de civiles en las afueras de Kiev.
La cita viene precedida por la matanza de Bucha, con el hallazgo de más de 400 cadáveres de civiles ejecutados por las tropas rusas en su retirada de la zona, y será la ocasión para que el secretario de Estado, Antony Blinken, y los ministros europeos traten que más apoyo pueden proveer al Ejército ucraniano.
"Todos hemos visto las imágenes terroríficas de civiles asesinados en Bucha y otros lugares controlados por el Ejército ruso hasta hace unos días. Es una brutalidad inaguantable que Europa no había registrado en décadas", ha asegurado el secretario general aliado, Jens Stoltenberg, antes del encuentro.
El jefe político de la OTAN ha subrayado que atacar y asesinar a civiles es un crimen de guerra y los responsables de estas "atrocidades" deben ser llevados ante la justicia.
"FASE CRUCIAL DE LA GUERRA"
La Alianza Atlántica entiende que la guerra entra en una "fase crucial" y defiende reforzar el envío de armas y sistemas defensivos a Ucrania, ya que están siendo clave para repeler la invasión ordenada por Vladimir Putin y forzar a los rusos a cambiar sus planes.
"Llevamos mucho tiempo pensando cómo sería la guerra del siglo XXI y nos hemos encontrado con que es una guerra del siglo XX", ha asegurado una fuente aliada sobre la importancia del armamento tradicional.
De todos modos, la OTAN es escéptica con la retirada de Kiev y otras grandes ciudades y ha advertido de que la guerra se recrudezca en el este de Ucrania. En este sentido, apunta a que Rusia busca lograr triunfos en el corto plazo y abrir un pasillo que comunique Crimea con el Donbás, las zonas bajo influencia rusa.
Como muestra del frente internacional contra Moscú, en la reunión del jueves participará el ministro de Exteriores ucraniano, Dimitro Kuleba, y representantes de la Unión Europea, Georgia, Finlandia y Suecia, además de Japón, Australia, Nueva Zelanda y Corea del Sur por videoconferencia, "porque esta crisis tiene implicaciones globales", en palabras de Stoltenberg.