MADRID, 17 Jul. (EUROPA PRESS) -
La ONG Oxfam ha advertido este viernes de que cientos de miles de refugiados en Bangladesh, sobre todo los pertenecientes a la minoría rohingya procedentes de Birmania, se exponen a un peligro adicional a la grave pandemia de coronavirus: la llegada de la temporada de lluvias torrenciales, y las inundaciones y deslaves que amenazan sus precarios refugios.
Las inundaciones, que se prevé que lleguen a su punto máximo este fin de semana del 18 y 19 de julio, ya se han cobrado ocho vidas y afectado a 2,2 millones de personas, solo dos meses después de que la región fuera golpeada por el ciclón 'Amphan', la tormenta más fuerte en una década.
Las fuertes lluvias monzónicas también han causado daños y están limitando el movimiento de personas vulnerables en los campos de refugiados del gran campo de Cox's Bazar.
"Bangladesh ya se enfrenta a múltiples crisis por la COVID-19 y sus consecuencias económicas, lo que hace que estas inundaciones sean aún más letales", ha avisado el director humanitario de Oxfam en Bangladesh, Vincent Koch.
"Las personas que viven en las zonas más bajas corren el riesgo de contraer enfermedades causadas por el agua causadas por las inundaciones, lo que a su vez las hace más vulnerables a contraer el coronavirus", ha advertido.
En los campos de Cox's Bazar viven casi un millón de refugiados rohingya quienes, afortunadamente, parecen haberse salvado de lo peor de las inundaciones, pero "las lluvias monzónicas han dañado los refugios y han aumentado la posibilidad de los deslizamientos de tierra a medida que los campamentos se construyen en laderas empinadas".
"Los refugiados en los campamentos han descrito que el lodo húmedo que invade los refugios ya no deja zonas secas para dormir, que los puentes y caminos de bambú que atraviesan los campamentos se han vuelto más precarios, lo que dificulta todavía más que los ancianos y las personas con discapacidad puedan moverse".
Janahara, una de las residentes en los campamentos, explica la gravedad de su situación. "Mi esposo es pescador; ayer fue al río con la esperanza de conseguir algo de pescado para vender. Pero el río no lleva más que agua. No hay peces. No sé cómo sobreviviremos. No hay trabajo, y no hay comida en nuestra casa", lamenta.
Oxfam y sus socios están proporcionando agua potable, saneamiento y refugio en las comunidades del norte de Bangladesh, mientras que en el campo de Cox's Bazar han comenzado un año más las tareas de reparación de las infraestructuras dañadas por las lluvias.
El problema amenaza con abrumar los medios disponibles. "Los fenómenos climáticos extremos ahora ocurren varias veces al año, por lo que no hay tiempo para recuperarse antes de la próxima inundación. Las comunidades más vulnerables, además, necesitan información, tanto sobre los pronósticos de fuertes lluvias como sobre las próximas inundaciones, y no siempre tienen acceso a ella", lamenta Koch.