Oxfam alerta de una "devastadora crisis" si el Covid-19 llega a los campos de refugiados en las islas griegas

Un refugiado en el campo de Moria, en Lesbos
Un refugiado en el campo de Moria, en Lesbos - Angelos Tzortzinis/dpa - Archivo
Publicado: miércoles, 18 marzo 2020 0:08


MADRID, 18 Mar. (EUROPA PRESS) -

La situación en los campos de refugiados en las islas griegas es ya "el peor desastre humanitario de Europa" y tras verse deteriorada en las últimas semanas por el nuevo pulso migratorio de Turquía a la UE podría complicarse aún más si llega hasta allí el nuevo coronavirus, han advertido Oxfam Intermón y el Consejo Griego para los Refugiados (GCR).

El acuerdo alcanzado entre la UE y Turquía, del que se cumplen ahora cuatro años, ha dejado a unas 40.000 personas atrapadas en "terribles condiciones" en los cinco campos de refugiados existentes en las islas griegas del Egeo, una capacidad que es seis veces superior a la prevista cuando fueron construidos.

Según sostienen las dos ONG en un informe sobre el centro de acogida de Moria, en la isla de Lesbos, quienes se encuentran hacinados en estos centros no tienen acceso a baños, duchas o agua caliente suficientes. La mayoría ya se encuentran en un estado físico debilitado y vulnerable debido a sus terribles condiciones de vida y cuentan con un acceso muy limitado a la atención médica básica.

Por ello, advierten de que dejarles atrapados en "estas condiciones insalubres e inseguras no es sólo una violación de los Derechos Humanos, sino que también abre la posibilidad de una devastadora crisis de salud si el Covid-19 llega a estos campamentos", por lo que reclaman que se proceda a su evacuación "de inmediato".

El pasado 13 de marzo, el Gobierno griego anunció que, debido a la propagación del coronavirus, suspenderá todos los procedimientos de asilo hasta el viernes 10 de abril. "La reciente decisión de Grecia de detener indiscriminadamente a las personas refugiadas, incluidas familias, niños y niñas, negar su acceso al asilo y enviarlos de regreso a situaciones a menudo peligrosas pone en grave riesgo a gente que lo que necesita es seguridad y dignidad", defiende Spyros-Vlad Oikonomou, del GRC.

Por otra parte, piden al Gobierno griego que cancele sus planes de construir nuevos campos de detención en las islas mientras que al resto de estados miembros de la UE les reclaman su ayuda para poner fin a este sufrimiento, compartiendo la responsabilidad de las personas que buscan asilo en Europa.

LOS REFUGIADOS COMO "FICHAS DE NEGOCIACIÓN POLÍTICA"

"Esta es una crisis humanitaria de personas que huyen de la violencia, la persecución y la guerra", subraya Oikonomou. "La situación actual es una consecuencia directa del acuerdo UE-Turquía, que convirtió a las personas que necesitaban seguridad y dignidad en fichas de negociación política", lamenta.

Como resultado de ello, según Oikonomou, los Derechos Humanos han quedado "en segundo lugar frente al beneficio político", lo cual, "es una violación inaceptable tanto del Derecho Internacional como del de la UE".

"En las últimas semanas, algunos estados miembros de la UE se han comprometido a reubicar hasta 1.500 niños y niñas no acompañados de Grecia", recuerda Raphael Shilhav, experto en migración de la UE en Oxfam Intermón. "Si bien la crisis del coronavirus está creando muchas incertidumbres sobre el futuro, es crucial que los gobiernos continúen protegiendo a los más vulnerables y cumplan su promesa de ofrecer a los niños y niñas condiciones seguras en este momento", reivindica.

Por ello, ambas organizaciones piden un cambio de sentido en las políticas de migración de Grecia y sus socios de la UE, dado que la retórica reiterada contra la migración de los líderes de la UE ha contribuido a la narrativa de que los migrantes son una amenaza y ha fomentado el racismo en toda Europa.

En las últimas semanas, las personas refugiadas y los trabajadores humanitarios han sido atacados en las islas griegas, y los servicios de ayuda esenciales se han visto obligados a cerrar, denuncian Oxfam y GCR, que reclaman que los gobiernos europeos deben trabajar juntos y compartir la responsabilidad de los que llegan a Europa reubicando a los solicitantes de asilo en otros lugares seguros del continente.