MADRID, 17 Ago. (EUROPA PRESS) -
La directora de Oxfam Intermón para el Cuerno de África, Lydia Zigomo, ha reclamado este jueves a la comunidad internacional que retome los esfuerzos para reanudar las conversaciones de paz en Sudán del Sur con el fin de frenar la ola de violencia que ha dejado ya dos millones de refugiados --un millón solo en Uganda-- y otros dos millones de desplazados internos.
El Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) ha informado este jueves de que los refugiados sursudaneses en Uganda suman ya un millón, lo que, según ha precisado Zigomo, los convierte "en la tercera población refugiada más grande del mundo".
"Mientras continúe la brutal guerra sin sentido en Sudán del Sur, sus habitantes seguirán huyendo en busca de protección, refugio, alimentos y agua. Lo que realmente necesitan es paz en su país", ha sostenido la responsable regional de la ONG.
Zigomo ha reclamado a "los países vecinos de Sudán del Sur y la comunidad internacional" que cumplan los compromisos adquiridos y "vuelvan a reunir a las partes beligerantes en torno a la mesa de negociación". "Hasta entonces, no será seguro para la población sursudanesa regresar a casa y se verá forzada a depender de la ayuda", ha subrayado.
Además, ha llamado la atención sobre la situación de Uganda porque "es uno de los países de acogida que menos financiación recibe". "Si la comunidad internacional no proporciona más ayuda a Uganda, el país pronto será incapaz de atender a todas las personas refugiadas que acoge", ha advertido.
De acuerdo con datos de ACNUR, en Uganda se necesitan 674 millones de dólares para cubrir las necesidades de los refugiados sursudaneses este año, pero solo se ha recibido un 21 por ciento. Para los demás países de acogida se requieren 883,5 millones de dólares y únicamente han llegado 250 millones de dólares.
El Gobierno de Salva Kiir y las fuerzas rebeldes comandadas por Riek Machar firmaron un acuerdo de paz en agosto de 2015, año y medio después de que comenzaran los enfrentamientos. Cuando se acercaba el primer aniversario del fin de las hostilidades, la violencia volvió a Yuba y desde entonces no ha cesado.